
El rol de cuidados siempre ha estado ligado a las mujeres y, a pesar de los avances, actualmente siguen siendo ellas quienes de manera desproporcionada se encargan de esa tarea, lo cual afecta su salud física y mental y penaliza su trayectoria profesional, según un nuevo informe de Oxfam Intermón, que desvela que apenas un 5,6% de los hombres asume las labores de crianza siempre o casi siempre frente a un 37,1% de las mujeres.
El estudio también indica que el 39% de las mujeres asume de forma habitual el cuidado cotidiano de personas mayores y/o en situación de dependencia, frente al 24% de los hombres. Sin embargo, pese a estos datos, "sólo el 23,5% de los hombres reconoce la desigualdad en el hogar como un grave problema, frente al 36,7% de las mujeres", siendo los varones de 16 a 24 años quienes menos perciben esa desigualdad (15,5%), añade el informe, titulado La cuenta de los cuidados y en el que han sido entrevistadas 4.100 personas.
“Las tareas de cuidados son las que sostienen la vida”, indica Julia García, autora del informe y responsable de desigualdades y juventud de esta ONG, “pero en lugar de ser reconocidas como un pilar esencial de nuestra sociedad y de nuestra economía, se penaliza a quienes las llevan a cabo con una sobrecarga desproporcionada e invisibilizada”.
La desigualdad en las tareas de cuidados repercute tanto en el desarrollo profesional y la autonomía económica de las mujeres, como en su salud mental, ya que reportan niveles de satisfacción más bajos que los hombres en su vida laboral, su situación económica o su bienestar emocional. En España, añade el informe, las mujeres son madres, en promedio, entre los 32 y los 33 años, un tramo de edad donde la brecha se dispara y las mujeres asumen el cuidado de menores casi cinco veces más que los hombres siempre o casi siempre (46,2 frente a 9,7%).
“Generación sándwich”
Si bien el cuidado de mayores y dependientes recae principalmente en mujeres de entre 55 y 64 años, también en las edades intermedias son ellas las que mayoritariamente se encargan. Entre los 35 y los 44 años el 46,2% de las mujeres se ocupa siempre o casi siempre del cuidado de una persona dependiente, frente al 27,3% de los hombres del mismo grupo. “Las mujeres atrapadas entre el cuidado de mayores o personas en situación de dependencia y la crianza de sus hijos e hijas son las pertenecientes a la llamada generación sándwich“, señala el estudio.

Es en las edades intermedias donde las mujeres se juegan muchas veces su carrera. “En una etapa de la vida en la que las mujeres deberían poder consolidar sus carreras profesionales, disponer de una mayor autonomía y disfrutar de la crianza en igualdad de condiciones que los hombres, lo que sufren, por el contrario, es un profundo desgaste físico, emocional y financiero”.
Más sueño y menos tiempo libre
Los datos de Oxfam muestran que sólo el 50,9% de las mujeres se declaran satisfechas con su vida laboral, frente al 65,5% de los hombres, una cifra que baja el caso de las mujeres migrantes y de clases bajas hasta menos del 40%. Las mujeres también pagan las consecuencias en su bienestar emocional, que con un 67% se sitúa diez puntos por debajo del de los hombres. Asimismo, las mujeres hacen menos ejercicio, tienen más déficit de sueño y disfrutan de menos tiempo de ocio que los hombres. Una situación especialmente complicada para las mujeres racializadas: un 75,4% ha reducido actividades como ir al cine, comprar libros o pagar suscripciones a plataformas en el año anterior a la encuesta.
Además, el 9,4% de las mujeres señala dedicarse exclusivamente al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, frente al 0,4% de los hombres.
Teniendo en cuenta que España se encuentra entre los países más envejecidos de la Unión Europea y “solo invierte el 0,8% del PIB en el sistema de dependencia” frente a la media de 1,7% de la Unión Europea, la ONG reclama “medidas urgentes” que ayuden a redistribuir las responsabilidades de cuidados entre administraciones, empresas, familias, hogares y la sociedad en su conjunto.