
La hija mayor del cantante Melendi, Carlota, de 19 años de edad, ha vivido uno de los peores momentos que puede experimentar una adolescente. “Cómo voy a estar dos meses así, tendré que subir cómo estoy. Lo importante es la actitud”, ha anunciado la joven en su cuenta personal de TikTok enseñando una herida en la nariz.
A diferencia de su padre, Carlota decidió distanciarse del mundo de la música y hacerse un huevo en el mundo de la moda y las redes sociales, donde triunfa con sus vídeos. Y es que, para alguien que se gana la vida delante de las cámaras, no es plato de buen gusto que le vaya a quedar una cicatriz en la cara.
Una agresión involuntaria
El aluvión de comentarios recibidos tras el primer vídeo publicado por la influencer mostrando su rostro lesionado ha obligado a Carlota a realizar un segundo vídeo explicando lo sucedido. “Es hora del storytime”, arrancaba la historia por la que la joven daba a conocer los motivos de su herida, que tardará “entre dos o tres meses en cicatrizar”.
La hija mayor del artista y su amiga, la influencer Marina Barrial, estaban en la zona de los reservados de una discoteca cuando “de un segundo para otro empezaron a pegarse unos chicos que estaban cerca”, señalaba la influencer. “Debe ser que uno de ellos, para defenderse, tiró una copa, y esa copa me dio a mí en toda la cara”, contaba Carlota.
Tal y como se puede apreciar en el vídeo, el incidente le habría ocasionado una herida en la zona baja de la nariz, obligándola a llevar un apósito. “Me va a tardar en curar”, confesaba la joven.
Un susto con reflexión
“He llegado a la conclusión de que muchas veces no nos damos cuenta de la suerte que tenemos. Yo, por ejemplo, siempre me he quejado de la nariz y justo me han dado en la nariz. Y ya le he dicho a todo el mundo que jamás en la vida me voy a volver a quejar de mi nariz”, declaraba.
“De un momento para otro te puede cambiar la vida”, subrayaba la creadora de contenido. “Lo mío es una tontería porque se me va a curar”, agregaba consciente de la suerte de que el cristal no le haya dado en otro lugar. “Estoy bien, no me pasa nada y no es un problema grave. No voy a hacer drama. Pero le doy vuelta y no pienso en la suerte que tenemos”, afirmaba Carlota.
El peligro oculto detrás del alcohol
No todas las personas que consumen alcohol son agresivas ni se van a ver envueltas en actos violentos; sin embargo, hay personas que se vuelven más violentas cuando consumen alcohol. Es un hecho que el consumo de alcohol es un factor de riesgo tanto de ser víctima de una agresión como el causante de la misma. Y es que, la mayor parte de los actos violentos relacionados con la bebida suceden por la noche y los fines de semana, en lugares conocidos para el ocio nocturno como bares o discotecas.
El consumo de alcohol hace que podamos malinterpretar gestos y comportamientos de otros, o puede despertar en nosotros mismos actitudes agresivas que, de otro modo, no tendríamos. Esto es debido a que beber en exceso provoca falta de autocontrol, disminuye la capacidad de evaluar riesgos y aumenta la impulsividad y la confianza, por lo que algunos bebedores pueden ser más agresivos y recurrir a la violencia en momentos de confrontación.