
Un informe elaborado por un psicólogo por petición de la defensa de Elisa Mouliaá, que encabeza el abogado Alfredo Arrién, pone de manifiesto que las acciones llevadas a cabo por Iñigo Errejón fueron “una situación de abuso”, que generó en la víctima el desarrollo de un Trastorno por Estrés Postraumático.
El documento, al que ha tenido acceso Infobae España, relata en sus conclusiones que “la paciente Doña Elisa Mouliaá en un contexto determinado vivenció una situación de “abuso” por parte de su entonces compañero ocasional y denunciado, que significó en su psique un verdadero atentado contra su intimidad“.
“Esta vivencia generó en ella una tormenta emocional que tardó en digerir y por lo tanto en denunciar, y así hasta que sin poder más y superados sus mecanismos de defensa, acudió a los servicios médicos de psiquiatría e interpuso denuncia consiguiente”, explican, lo que “puede definirse y por lo tanto diagnosticarse como un Síndrome llamado Trastorno por Estrés Postraumático asociado”.
Añaden que “el abuso sufrido, imprevisto e injustificado evidentemente ha sido la causa concreta y específica en el tiempo y el espacio del nuevo diagnóstico de Trastorno por Estrés Postraumático”.
“Se quedó bloqueada”
El informe esta basado en dos bases: “Exploración y diversas entrevistas personalizadas y protocolizadas de la persona de Doña Elisa Mouliaa durante los meses de enero y febrero en la Consulta del perito en diversas ocasiones, en el presente año de 2025″ y “Documentación Médica, Jurídica y Administrativa de la peritada”.
“Desde ese encuentro nos refiere encontrarse mal, pero aguanta la situación y tras reflexión al respecto y pasado un tiempo denuncia los presuntos hechos no sin antes someterse a un tratamiento psiquiátrico en el que continua en la actualidad”, específica el escrito.
Sobre el momento del encuentro con Errejón, “refiere asimismo que “se quedó bloqueada” por las consecuencias de semejante e imprevisible conducta del denunciado, y el miedo y las precauciones consiguientes modelaron bruscamente todo su quehacer diario, a lo que se añadió la poca comprensión de su entorno, lo qué acrecentó su desesperación".
“Insomnio y estado irritable”
“Desde el mismo día de los hechos ha presentado insomnio, estado irritable y disminución grave de la capacidad de concentración. Si bien los dos o tres primeros días consideraba que ese estado era una consecuencia normal de la vivencia sufrida, su prolongación le alarma y cree que “algo no va bien en mi cabeza”“, explica sobre los días posteriores.
En ese período Mouilaá estuvo reviviendo lo sucedido “con sentimiento creciente de desánimo impotencia” y manifestando “no disfrutar de las actividades deportivas y lúdicas de las que antes disfrutaba, lo que atribuye a su “estado de nervios permanente”. “Hoy destacan la ansiedad y el estado de ánimo por debajo de la normalidad, y todo lo que conllevan ambos síntomas”, agrega.
Ante estas evidencias, el psicólogo es tajante al afirmar que “en el caso que nos ocupa, y tras la exploración psiquiátrica efectuada (y descrita resumidamente en este informe), podemos establecer que la paciente cumple con claridad los criterios establecidos para el diagnóstico de Trastorno por Estrés Postraumático”.
Con todo lo descrito, según el informe, denota “claramente a juicio de este perito la intención completa, absoluta y sincera de manifestar la verdad de cuanto sabe en el caso, para conseguir como ella misma ha dicho, “reparar la injusticia de esta situación” y que no existan dudas de ningún género sobre su idoneidad y entrega como persona".