Las hijas de un hombre declarado muerto en 1994 descubren que falleció en la DANA de Valencia: “Si no llega a ser por las huellas dactilares, no nos enteramos”

El hombre desapareció en 1984, dándole por muerto diez años después al no haber paradero conocido ni registro de ningún tipo de actividad

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Miguel, el hombre dado por
Miguel, el hombre dado por muerto dos veces. (Imagen: Captura Vídeo)

Una historia que combina desaparición, incertidumbre y tragedia ha sacudido a una familia de Granada después de que las hijas recibieran una llamada informándolas de la muerte de su padre en la DANA del pasado octubre en la Comunidad Valenciana. Lo raro, que su padre, Miguel Morales, ya estaba muerto desde 1994. El caso, reportado en El programa de Ana Rosa, ha sacado a la luz los detalles de esta misteriosa desaparición.

Miguel desapareció en 1984 a los 28 años, dejando su casa en Dúrcal, Granada, sin ninguna explicación. A lo largo de una década, no se registraron movimientos bancarios, ni visitas al médico, ni ningún tipo de actividad que diera pistas sobre su paradero. “Nosotros pensábamos que había sido una equivocación. La última vez que se fue, ya no volvió más”, ha señalado una de las hijas en el programa de Telecinco.

Diez años después de su desaparición, en 1994, y cumpliendo con el Código Civil que permite declarar legalmente la muerte de una persona tras un periodo prolongado de ausencia, se dio por fallecido. Sin embargo, para las hijas de Miguel siempre quedó alguna duda: “Siempre te queda el gusanillo de decir… ¿Estará vivo?

Esta incertidumbre terminó finalmente en octubre de 2024, cuando el cuerpo de Miguel fue identificado en un campo de naranjos en Quart de Poblet, Valencia, tras el paso devastador de la DANA.

El día después de la dana más devastadora del siglo.

Qué fue de Miguel durante 40 años

Entre los aspectos más sorprendentes del caso destaca que Miguel llevaba más de 40 años sin dejar rastro y sin contactar con su familia. Incluso dejó el DNI y todas sus pertenencias en casa antes de desaparecer. “Dejo el DNI también en casa, el antiguo antes del color”, detalló su hija.

“Pensamos que era un error hasta que la jueza nos lo confirmó”, confiesan las hijas. La DANA dejó 277 fallecidos en España, muchos de ellos sin identificación. Únicamente, gracias al cotejo de las huellas dactilares, las autoridades pudieron determinar su identidad. “Si no llegan a identificarlo con las huellas dactilares, ni nos enteramos de lo sucedido”, señaló una de las hijas.

Pero, ¿qué ocurrió durante los 40 años que Miguel estuvo fuera de casa? Al perecer, Miguel tenía antecedentes de problemas de salud mental, y pudo haber estado viviendo sin un domicilio fijo, posiblemente como persona sin hogar. “Quizás nunca se conozca qué fue de él en los últimos 40 años, ya que no hay ni historial médico, ni pensión de jubilación…” remarcaban las hijas.

A pesar de poder tener de vuelta a su padre, sus hijas han experimentado sentimientos encontrados hacia él. “Nos sorprendió saber que estaba tan cerca… a cuatro horas y media de Granada, y nunca vino a saber de nosotras”, comentó una de las hijas.

“Es un alivio enorme saber que finalmente lo hemos encontrado, pero también es triste que sea bajo estas circunstancias”, explicó la otra. “En papel estaba muerto, pero cualquier día podía imaginarlo apareciendo por la puerta”, indicaron.

Ahora, la familia de Miguel espera cerrar esta compleja etapa marcada por la doble muerte registrada del padre.