Diego, un soltero de 78 años, se emociona en ‘First Dates’ al recibir su primer beso en años: “Cuánto tiempo hacía, por Dios”

Los dos viven en Andalucía y han tenido una conexión desde el primer instante

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Un soltero se emociona al
Un soltero se emociona al recibir su primer beso en años (Montaje Infobae, First Dates)

La noche del 4 de marzo en ‘First Dates’ ha sido muy especial para Mª Teresa y Diego. Los dos jubilados de 81 y 78 años, respectivamente, son de Andalucía y han ido al programa para darse otra oportunidad en el amor. Lo que tal vez no esperaban es que hiciesen un ‘match’ tan rápido con su acompañante. El primero de ellos en llegar ha sido Teresa, quien ha asegurado que para ella “la edad es un número”, por lo que ha llegado preparada para todo lo que pudiera pasar.

La de Andalucía le ha contado a Carlos Sobera que se marchó a vivir con 21 años a Alemania después de que su padre se enamorase de una alemana. A pesar del paso del tiempo, Teresa se quedó allí 45 años, un tiempo que compartió en mayor parte con su primer marido alemán. Sin embargo, volvió sola a España hace 14 años, algo que no le importaba al principio, pero ahora “la monotonía” le aburre. Una vez la mujer estaba esperando a su cita, le contó al presentador que lo primero que se fija de un hombre son sus zapatos: “Que sean bonitos”, ha declarado.

Por su parte, Diego ha comentado que es rociero de la Hermandad de Inmigrantes de Huelva, por lo que el flamenco es una de sus pasiones. Su entrada al hall del restaurante ha dejado sin palabras a su cita, pues ha ido como un pincel. Aunque Mª Teresa ha confesado que hubiera preferido que su acompañante fuese más alto, se le ha olvidado fijarse en sus zapatos. Además, le ha encantado que sea de Lepe, en Huelva. Los dos han tenido una vida llena de amores, ella ha tenido dos divorcios y él tres, pero lo que no sabían es que a lo mejor salían con una nueva ilusión de ‘First Dates’.

“Siempre hay que subir un escalón”

Las primeras impresiones de Diego
Las primeras impresiones de Diego y Mª Teresa en 'First Dates' (First Dates)

Las primeras impresiones han sido muy positivas. Él estaba encantado con su cita: “Rubita como a mí me gusta”, ha confesado ante cámara. Por su parte, Mª Teresa ha tenido la misma impresión, pues le ha reconocido al presentador que ni los había mirado. Una vez se han sentado en la mesa para cenar, ella le ha comentado que vivía en Benalmádena, en Málaga, desde que se jubiló y volvió a España.

Diego le ha contado que había sido jefe de contabilidad y que tenía un buen sueldo: “Ganaba 500.000 pesetas al mes”. Esto le permitió prejubilarse para vivir la vida. A la soltera de 81 años le ha gustado que ganase más dinero que ella de pensión, porque tal y como ha dicho, “siempre hay que subir un escalón”. Igualmente, le ha explicado que algunos de sus pretendientes han querido irse a vivir con ella, pero después de los dos divorcios no le apetecía comenzar una nueva vida con alguien.

No obstante, parece que después de 14 años soltera y de pasar una velada tan agradable con Diego haya cambiado de opinión. Y es que, su cena ha estado repleta de momentos de cariño y piropos. Él se ha fijado en los ojos verdes de Teresa y ella también ha mirado los de Diego. Por eso, cuando el de Lepe le ha cogido de la mano y le ha preguntado si se iría a vivir con él, la de 81 años ha afirmado que le estaba gustando mucho.

Un pasodoble y unas confesiones muy emocionantes

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Diego y Mª Teresa al final de su cita en 'First Dates' (Montaje Infobae)

Una vez han arrancado con el tema de una posible convivencia, los solteros han entrado en detalles que para Mª Teresa son importantes. Y es que, para la de Benalmádena es importante vivir en pisos altos, por lo que le ha encantado que su cita viva en un quinto. Sin embargo, ha habido un punto de inflexión cuando él le ha comentado que su cama era de 1,35 metros. Según le ha contado al onubense, está acostumbrada a camas grandes porque “cada uno tiene que tener su espacio”. De este modo, le ha explicado que la cama tendría que ser de 2x2 metros.

Más adelante, en la cena, Diego ha explicado que la pasión y el sexo son muy importantes. “Gracias a Dios, todavía puedo”, ha añadido. Esto le ha parecido perfecto a su cita, quien ha reseñado que ella también podía y ha concordado con su opinión. Una vez acabada la cena, los solteros se dirigieron a uno de los reservados del restaurante, donde se han marcado un pasodoble. Durante su baile se les ha podido ver verdaderamente felices, e incluso él se ha atrevido a cantar la letra.

Al final de la velada, Diego ha confesado que “todo lo que quisiera en una mujer, lo tiene ella”, lo que hecho que se lanzase para darle un beso. “Qué regalito me has dado” le ha comentado a Mª Teresa, quien le ha expresado: “Eres buena persona. Te estoy viendo y me gustas de verdad”. Algo que ha hecho que su cita se emocionase y se pusiera a llorar. “Cuánto tiempo hacía, por Dios” ha aclarado delante de la cámara en el confesionario. El programa no ha tenido que preguntarles si quería una segunda cita porque su conexión era más que evidente.