Llevan años siendo tendencia. Las uñas son una parte más de la identidad estética de una persona. Hay quien opta por un diseño acorde a la temporada del año, los que prefieren una estética más clásica y elegante o los que arriesgan cada vez que se las pintan. Pero en todos estos casos hay un elemento común: el esmalte semipermanente.
Este último se popularizó por su durabilidad y acabado impecable, pero su uso prolongado ha generado preocupación por sus posibles efectos adversos en la salud de las uñas y la piel. Diversos estudios y expertos advierten sobre el riesgo de debilitamiento, descamación y reacciones alérgicas. Así, es importante tener en cuenta una serie de consideraciones sobre su uso.
¿El esmalte semipermanente daña la uña?
El esmalte semipermanente ofrece una manicura duradera, pero su uso continuo sin pausas puede afectar la salud de las uñas. La repetida exposición a productos químicos como la acetona, junto con el limado frecuente para retirar el esmalte, puede debilitar la capa de queratina, provocando estrías, descamación y resequedad.
Por ello, los dermatólogos aconsejan hacer descansos de al menos una o dos semanas entre aplicaciones para permitir la regeneración natural de la uña. Por su parte, la Academia Americana de Dermatología (AAD) advierte que estos procedimientos pueden comprometer la estructura de la uña si no se les da el tiempo suficiente para recuperarse. Además, es recomendable mantener una hidratación adecuada con aceites o cremas específicas y evitar manicuras agresivas de forma continua. Adoptar estos cuidados puede prevenir daños a largo plazo y contribuir a unas uñas más fuertes y saludables.
Por su parte, el portal especializado en medicina Mayo Clinic advierte sobre la importancia de elegir bien el salón de belleza en el que hacerse una manicura.
Ante esto, se recomienda elegir establecimientos con licencia estatal vigente y asegurarse de que los técnicos estén certificados por la junta estatal. Además, no es recomendable la eliminación de las cutículas, ya que estas protegen la unión entre la piel y la uña, y su extracción puede aumentar el riesgo de infecciones. También subraya la necesidad de que los instrumentos utilizados en el procedimiento sean esterilizados correctamente para evitar la transmisión de bacterias u hongos.
Qué puede indicar que tienes un problema en las uñas
Las uñas, compuestas por capas de queratina, reflejan el estado de salud y requieren cuidados específicos para mantenerse en buen estado. En condiciones normales, presentan una superficie lisa, sin irregularidades ni cambios de color. Con el tiempo, pueden aparecer estrías verticales inofensivas que se acentúan con la edad, así como pequeñas manchas blancas derivadas de golpes o lesiones, las cuales desaparecen al crecer la uña.
Sin embargo, algunos cambios pueden ser señales de problemas de salud. Los dermatólogos recomiendan acudir a un especialista si se detectan alteraciones como decoloración inusual, presencia de líneas oscuras, uñas curvadas o engrosadas, o separación de la uña respecto a la piel. También son signos de alerta el sangrado, la hinchazón o el dolor en la zona. Estos síntomas pueden estar relacionados con infecciones, deficiencias nutricionales o incluso enfermedades sistémicas, por lo que su detección temprana es clave para un tratamiento adecuado.
