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La vida universitaria cuando un estudiante comienza en un centro lejos de su casa es básica para que pueda socializar y conocer a gente de su clase y de su entorno. Por vida universitaria se entienden espacios en los que no entran temas académicos para desarrollar la personalidad y encontrar a personas afines.
Joaquín Padrón y Cristina Moyano son dos graduados, actor y periodista respectivamente, que comparten un podcast llamado J no G sobre “estar involucrada en el ‘colectivo’ y en la vida”.
En un fragmento de uno de los capítulos subidos esta semana, hablan sobre la vida universitaria que tuvieron durante sus estudios en la Universidad Carlos III de Madrid, en la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas de Getafe.
“Es conocido que la Carlos III es una universidad...” empieza a explicar el invitado del capítulo, Nicolás Monterde, que es interrumpido por su compañera para decir “donde están los listos, dilo claro”, entre risas.
La UC3M es una de las universidades con media más elevada de acceso de España. En 2023 las matriculaciones se cerraron con una media de 12,452 sobre 14 en selectividad. Los tres jóvenes bromean sobre el tema de que se le conozca como la “universidad de la excelencia”.
“Es la universidad de la excelencia pero porque es exigente, es represiva y clasista”, dice Padrón, que justifica que no haber tenido una vida universitaria activa ha marcado “para mal” su experiencia universitaria.
“Prohibido pisar el césped”
El joven graduado apunta que, mientras estaba en la universidad, no tenían permitido pisar el césped de la facultad: “Supongo que querían mantener bonito el césped, no sé, para las fotos”, entre risas haciendo referencia a la cantidad de actos oficiales que se realizan en esa facultad, como las visitas de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, u otras personalidades.
De hecho, en su última visita, el rector le pidió a la presidenta regional una “financiación adecuada y estable” para las universidades madrileñas, ya que por cada euro invertido, estas devuelven más de cinco, lo que supone “un retorno superior al 500%”.
“Los estudiantes necesitamos espacios recreativos de encuentro”, porque a lo que se enfrentaban, dice el joven, es a “trabas que impiden la organización y el encuentro de los estudiantes en la facultad”.
El video tiene más de 80.000 reproducciones y los comentarios de usuarios no han tardado en llegar, enfadados y alterados explicando que “las universidades son para estudiar, no para pasar el rato”.
“Qué es eso de asociaciones estudiantiles? No lo he visto nunca. A la universidad se va a estudiar, no a hacer chorradas”, dice una usuaria en comentarios, que ya suman más de cincuenta reacciones.
Sin embargo, los comentarios se encuentran divididos entre los que critican que los jóvenes pidan más espacios de vida universitaria, y aquellos que están de acuerdo con que es muy necesaria para mejorar la experiencia de esos años.
“Son espacios de conocimiento, dónde compartir tus ideas. Dile en su época a Aristóteles eso de que el la Escuela de Atenas era solo para estudiar”, dice una usuaria en respuesta al mensaje de antes.
Otros, comparan la facultad de la que habla con las de la Universidad Complutense de Madrid, también pública, pero cuya vida universitaria suele estar marcada por movimientos estudiantiles.