Un científico de Mercadona señala la diferencia entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente: “No se ajusta a la realidad”

Comprender la información que contienen las etiquetas de los productos puede interferir en la decisión de comprarlo o no

Guardar
Diferencia entre fecha de caducidad
Diferencia entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente. (Imagen: Instagram)

Los envases de los productos que se venden en los supermercados están llenos de información. Desde los componentes del alimento, su origen, peso, alérgenos, hasta su nombre, consumo preferente y por supuesto, fecha de caducidad.

Antes de comprar algún producto, sobre todo si es la primera vez que se ve, resulta fundamental leer detenidamente todos estos detalles, ya que podría interferir en la toma de decisiones. No obstante, entender toda la información nunca es sencillo. La letra pequeña, los tecnicismos, abreviaturas… se suelen interponer en la comprensión para identificar qué es lo que se come y elegir lo más saludable.

Una de las cosas que más confusión generan es la diferencia entre fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente. Afortunadamente, Daniel Ramón, miembro del Comité Científico de Mercadona y catedrático de Tecnología de los Alimentos, ha respondido a esta cuestión a través de las redes sociales de la empresa valenciana.

Fecha de caducidad y fecha de consumo preferente

Según Daniel Ramón, se trata más bien de “un mito”. “No se ajusta a la realidad”, ha explicado el experto de Mercadona. Por eso, la empresa valenciana ha salido en redes sociales a explicar esta diferencia.

“La fecha de caducidad de un producto indica la fecha hasta la que podemos consumir ese producto sin que sea un problema para nuestra salud”, ha dicho Daniel Ramón. Por el contrario, “la fecha de consumo preferente, lo que indica, es la fecha hasta la que podemos consumir ese producto sin que su sabor o su aroma hayan sufrido una variación”, ha señalado el experto.

De esta manera, el miembro del Comité Técnico de Mercadona ha subrayado que “podríamos consumir un producto que esté pasado de fecha de consumo preferente sin que sea un riesgo para nuestra salud”.

Un empleado de Mercadona falsea el recuento de productos para cobrar un extra, lo descubren y la Justicia confirma el despido disciplinario.

¿Cómo leer las etiquetas de los supermercados?

Según el Reglamento número 1169/2011 de la Unión Europea, la etiqueta de los alimentos que se encuentran en los supermercados deben incluir obligatoriamente el valor nutricional, el origen del producto (no todos), el tipo de aceite utilizado en su elaboración y los alérgenos.

El valor nutricional se mide cada 100 gramos y se lee por el porcentaje relacionado con las cantidades diarias recomendadas para un adulto, según ha comentado 3Ducktors, un equipo de pediatras con experiencia en el cuidado de los niños.

En él, se incluyen aspectos como los nutrientes e ingredientes, que ayudarán al cliente a valorar la calidad del alimento. Del mismo modo, los ingredientes siempre van escritos de mayor a menor presencia.

Asimismo, otros ítems como las calorías, la grasa, los hidratos de carbono, el azúcar o la sal también deben aparecer en la etiqueta. El ingrediente principal debería estar en un 70% mínimo y el azúcar no debe estar entre los tres primeros ingredientes.

Para ayudar a los clientes, los nombres deberían ser reconocibles para todos los compradores y la lista no puede traspasar los cinco o seis ingredientes descritos anteriormente. Del mismo modo, las etiquetas valoran el producto nutricionalmente en función de la ración recomendada, por lo que si se va a consumir más o menos de esta ración, los valores se deben multiplicar o dividir.