“Sigo llorando a mi padre en un lugar lleno de mierda”: los efectos aún visibles de la Dana tras cuatro meses de “abandono” en Catarroja

Meri García perdió a su padre, Felipe, en la riada del pasado 29 de octubre. En entrevista con ‘Infobae España’, asegura que no ha tenido apoyo institucional de ningún tipo, “ni siquiera psicológico”

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El padre de Meri García,
El padre de Meri García, Felipe, falleció en la Dana del pasado 29 de octubre en Catarroja, Valencia, uno de los municipios más golpeados por la riada. (Cedida a ‘Infobae España’)

A Felipe García, como a otros muchos vecinos de la localidad valenciana de Catarroja, la tromba de agua del pasado 29 de octubre le pilló por sorpresa en plena calle. Se subió a una valla para no ser arrastrado por la riada y ahí aguantó “hasta que no pudo más”. Su familia lo buscó incansablemente hasta que su cuerpo apareció 10 días después a varios kilómetros del pueblo. Fueron varios voluntarios quienes lo hallaron. Cuatro meses después de aquel fatídico día en el que las autoridades no alertaron a tiempo por teléfono a la población, a la pérdida irreparable de vidas se suman los destrozos aún visibles de la Dana, por lo que recuperar la normalidad aún queda muy lejos.

A lo largo de este tiempo, la indignación y la rabia de la hija de Felipe, Meri García, no han dejado de aumentar, y asegura que los afectados por la Dana “se sienten igual de abandonados” que en los primeros días después de la tragedia, cuando la ayuda oficial no llegaba. En Catarroja y otros muchos municipios afectados por la Dana, que dejó finalmente 224 fallecidos, sigue habiendo basura en las calles, garajes aún impracticables, ascensores que no funcionan y gente que perdió su casa o su negocio sin ayudas, cuenta a Infobae España.

“Estos meses están siendo una auténtica pesadilla. Lo estamos viviendo muy mal, muy solos en cuanto a instituciones. Ni siquiera hemos recibido ayuda psicológica, aunque menos mal que tenemos a voluntarios que están ayudando con sesiones de terapia”, critica. “El pueblo te recuerda todos los días lo que ha pasado, no te deja pasar página. Hay basura por todos sitios, porque estamos sin contenedores, y hay parkings aún llenos de barro y colegios destruidos. Hay gente sin casas y sin negocios. Es un desastre”, resume.

También resulta exasperante la lentitud de las ayudas del Consorcio de Compensación de Seguros, dependiente del Estado, indica Meri. En su caso, las obras de rehabilitación del garaje del edificio donde vive en Catarroja ascienden a 300.000 euros y, de momento, “solo han recibido un adelanto de 80.000 y desconocen cuándo llegará el resto, si es que llega”, denuncia. Además, para reparar el ascensor han tenido que pagar una derrama y, aun así, tardarán otros seis meses en poder utilizarlo. “Yo soy una privilegiada porque puedo subir las escaleras (aunque es un quinto piso), pero hay gente en otros edificios que no puede salir de casa porque son mayores o tienen una discapacidad que se lo impide”.

Vista general de los trabajos
Vista general de los trabajos de reparación y acondicionamiento del barranco del Poyo a su paso por Paiporta el pasado 12 de febrero. (EFE/Ana Escobar)

Hasta el pasado 16 de febrero, según los últimos datos oficiales, el Consorcio de Compensación de Seguros había recibido y registrado 241.373 solicitudes de indemnización, la inmensa mayoría localizadas en la provincia de Valencia por vehículos y viviendas afectadas por las inundaciones. Por el momento, según informa la propia entidad, se han efectuado 146.897 pagos por un importe acumulado de 1,9 millones de euros.

Un doble duelo

Después de este tiempo, Meri asegura estar viviendo un “doble duelo”, el de su padre y “el del país”, porque siente que “le ha dado la espalda”. “Es un país que no te ayuda, le das igual. Es el pensamiento que tenemos todos [los damnificados por la Dana]. A Catarroja no pueden venir ni el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ni el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, porque nos los comemos”.

La mujer, de hecho, quiere presentar una querella a título personal contra todas las administraciones implicadas, incluyendo el ayuntamiento de Catarroja, y asegura que no parará hasta recibir respuestas, pues aún se sigue preguntando “por qué la Confederación Hidrográfica del Júcar no avisó durante dos horas, dónde estaba realmente Mazón la tarde de la Dana cuando la gente se estaba ahogando o por qué no tomó el mando el Gobierno central ante la inacción de la Generalitat” en la gestión de la tragedia.

 El president de la
El president de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón. (Rober Solsona/Europa Press)

De momento, Meri ha reunido más de 153.000 firmas en Change.org para reclamar “justicia para su padre”, porque asegura que “nadie le protegió, nadie fue a salvarle”, y lamenta que cuatro meses después de la tragedia siga habiendo escombros en el lugar donde le encontraron. “Voy a ponerle velas y flores a mi padre al lugar donde lo encontramos, que es a dos kilómetros de aquí, y sigue todo lleno de mierda, de electrodomésticos, de coches sin revisar. He mandado vídeos a los concejales y les da igual, parecen más robots que humanos”, añade indignada Meri, que también critica que en todo este tiempo no se haya hecho “ni un solo funeral, ni un acto dedicado a las víctimas”.

Aumenta la presión sobre Mazón para que dimita

Mientras los días avanzan, aumenta la presión sobre Mazón para que dimita por su gestión al frente de la Dana y ya no hay acto público al que acuda sin ser abucheado a gritos de “dimisión” o “fuera”. El presidente de la Generalitat Valenciana está en el ojo del huracán tras haber desvelado recientemente que llegó al Cecopi, el órgano de coordinación de la emergencia, a las 20:28 horas de aquel 29 de octubre, es decir, 17 minutos después de que se lanzara la alerta masiva a los móviles de los ciudadanos de la provincia de Valencia, muchos de ellos ya víctimas de las riadas en ese momento. Sin embargo, a lo largo de todo este tiempo, Mazón siempre había mantenido que “estuvo permanentemente informado” y que acudió después de las 19:00 horas.

Camarero acusa a Bernabé de "mentir" sobre la presencia de Mazón en el CECOPI.

Sus aclaraciones llegan después de que el 19 de febrero la jueza de Primera Instancia e Instrucción de Catarroja, que centraliza la investigación judicial sobre la gestión de la Dana, afirmara que ese aviso a la población fue “notablemente tardío” y “errado en su contenido”. La jueza también fue tajante al señalar que, aunque los daños materiales no se podían haber evitado, “las muertes sí”. El sumario destaca que la mayoría de las víctimas falleció antes de que se emitiese la alerta a la población.

Por su parte, Mazón dijo este jueves que no se plantea dimitir y aseveró que deben hacerlo “quienes han mentido, los que no avisaron de la crecida mortal del barranco del Poyo”, al tiempo que defendió que ya ha dado suficientes explicaciones sobre la hora a la que llegó al Cecopi.