Los límites de la publicidad. Es un tema recurrente, pues mientras la mayoría de personas coinciden en que no todo puede utilizarse con tal de captar la atención de los clientes, hay quien parece no tener barreras. La cosificación de las mujeres es una táctica utilizada por empresas en muchas ocasiones.
Con el avance de la sociedad, cada vez es menos común observar estas actitudes. Sin embargo, siguen produciéndose. El último caso ha sucedido en Barcelona. Las críticas no ha sido pocas y han llevado a una amenaza de sanción al establecimiento. Aún así, su dueño parece nada arrepentido y no tiene intención de cambiarlo.
Se trata de una panadería situada en pleno centro de la provincia catalana. Se llama Bakers y se encuentra en en la calle Entença. Un local muestra en una pantalla de televisión un vídeo de mujeres en ropa interior haciendo pan. Con las nalgas manchadas de harina y mientras hacen gestos insinuantes, las mujeres hacen y muestran las piezas de pan.
Emite en bucle este vídeo como estrategia de promoción. El dueño alega que es una forma de hacer publicidad y que sirve para atraer clientes. El vídeo muestra escenas como una chica tirando sirope de chocolate en el escote a otra chica, o palmadas en las nalgas llenas de harina.
La denuncia de una vecina
Un niño que acude a un colegio cercano a este local le contó a su madre lo que había visto en la cafetería a la que va con frecuencia a comprar su merienda. Le dijo a su madre que en este lugar enseñaban “un vídeo pornográfico”. La vecina no tardó en poner una denuncia.
Se trasladó su queja a la Oficina de Igualdad de Trato y No discriminación (ICD). Se ha exigido la retirada del vídeo de inmediato. La presidente del ICD, Sònia Guerra, argumenta que esta promoción “promueve la violencia hacia la mitad de la población mundial, es decir, las mujeres”.
Sònia también ha afirmado que “la cosificación deshumaniza a las mujeres y las subordina y acaba fomentando la cultura de la violación”. Recuerda que existe una guía de “recomendaciones para una publicidad igualitaria”, y que este tipo de publicidad es totalmente ilegal.
El dueño se niega a retirar el vídeo
La multa que podría imponer la Agència Catalana del Consum puede ir de los 300 hasta los 10.000 euros. La suma más alta se alcanzaría si el dueño no reconoce el delito. Hasta el momento, esto es lo que ha sucedido. Bakers defiende su estrategia, afirmando que muchas empresas muestran a mujeres en ropa interior en sus anuncios.
Georgy Shirshov, el responsable de esta panadería, ha explicado su forma de verlo en un comunicado. No entiende “por qué no gusta la publicidad de pasteles con modelos de chicas en bañador”, y se muestra sorprendido por las críticas que ha recibido. En sus palabras también concluye que “está a favor de las mujeres bonitas, de los productos de alta calidad y pide respeto por su libertad de expresión”.
No obstante, si seguimos el reglamento del ICD, lo más probable es que este local acabe sancionado. Por lo menos, si mantiene su decisión de no eliminar los vídeos. Desde luego, lo que pretendía ser una fórmula de publicidad, se está convirtiendo en un foco de críticas.
