Aunque la monarquía en Portugal se derrocó hace más de cien años, lo cierto es que aún hay detalles que siguen trayendo al presente aquella época. Y es que, recientemente, han salido a subasta objetos que pertenecieron al último rey de Portugal, Manuel II, y que han permanecido escondidos durante más de un siglo, según Vanitatis.
Las pertenencias personales del que fuera monarca de nuestro país vecino han aparecido en una subasta de Londres, de acuerdo con la información que maneja el ya citado medio. Este martes, 25 de febrero, la casa de subastas Hansons ha puesto en venta varios lotes con los objetos personales de Manuel II, entre ellos, un reloj, una espada y varias medallas.
La misma entidad también explica cómo llegaron a tener estos utensilios bajo su dominio, nueve décadas después de la muerte de su primer propietario. Y es que, según afirma el diario digital, las pertenencias estaban en manos de un bisnieto de Antonio Pereira, “una persona que perteneciente al séquito del rey Manuel II”. Completamente fiel a él, Pereira fue el gran apoyo del entonces monarca en el año 1910, cuando tuvo que huir del país al estallar la revolución republicana, tan solo dos años y medio después de ascender al trono.
En el año 1932, Manuel II falleció, dejando tras de sí una gran incertidumbre, pues no tuvo descendencia y, por lo tanto, no había herederos al trono. Ante este panorama, fueron sus servidores más fieles, quienes se quedaron con algunos de sus objetos personales. A partir de entonces, el paradero que tuvieron sus pertenencias era completamente un misterio.
Casi cien años después, los utensilios han reaparecido. El bisnieto de Antonio Pereira ofreció los objetos a la casa de subasta Hansons para su venta. “Ha decidido vender la colección con la esperanza de que sigan siendo apreciadas por las generaciones futuras”, detalla la empresa en su página web.
Reloj de bolsillo, condecoraciones y espadas
La casa de subastas dividió los objetos en varios lotes, cada uno de ellos con un precio diferente. Uno de ellos albergaba un reloj de bolsillo de plata, fechado entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Su precio oscilaba entre los 900 y los 1300 euros (entre las 800 y 1000 libras).
Otros de los lotes estaba compuesto por una colección de medallas y condecoraciones del entonces monarca. En concreto, hablamos de la Insignia de Banda del Gran Cordón Japonés de la Orden del Crisantemo, la más alta distinción del país nipón que fue concedida póstumamente a Manuel II. Su valor se encuentra entre los 10.000 y los 14.500 euros (entre las 8.000 y 12.000 libras).
Otro de ellos reunía el objeto más curioso y único: la espada oficial de la Marina Real Portuguesa de principio del siglo XX y cuyo valor se encuentra en los 600 y 1000 euros (entre las 500 y 800 libras). Por último, también salieron a la venta varios retratos familiares, con un valor muy inferior al resto de lotes, y una colección de medallas y condecoraciones del rey Manuel, con un valor superior al lote anteriormente descrito.
Aunque su reinado duró tan solo dos años y medio, Manuel II fue el último rey en ocupar el trono de Portugal. Sin embargo, no estaba llamado a tomar las riendas de la entonces Casa Real Portuguesa. Tanto es así que tuvo una preparación y educación mucho más libre que la de su hermano, heredero al trono.
Fue en el año 1908 cuando Manuel II comenzó su reinado. Y es que en aquel año, dos francotiradores atacaron la comitiva real, matando en el acto al entonces rey Carlos I y, en consecuencia, a su primogénito, quien falleció poco después. Ante esta situación, Manuel no tuvo más remedio que asumir las riendas de la corona. Dos años después de ascender al trono, la monarquía fue depuesta.
