“España me ha dado una nueva vida, pero es duro estar aquí solo”: la angustia de un ucraniano que huyó de la guerra porque necesitaba un trasplante

Valentyn se vio obligado a dejar Ucrania tras la invasión de Rusia en 2022. Decidió viajar a España para recibir tratamiento médico y ahora trabaja en Valencia

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Valentyn, un joven ucraniano, huyó
Valentyn, un joven ucraniano, huyó de la guerra en 2022 y ahora vive en Málaga. (Comisión Española de Ayuda al Refugiado)

Algunos expertos dicen que la década de los 20 define el trascurso de nuestra vida, una etapa donde se toman decisiones que pueden marcar áreas vitales como el trabajo, la pareja o el lugar de residencia. Pero en el caso de Valentyn, un joven ucraniano de 24 años, no tuvo opción de elegir. Cuando el 24 de febrero de 2022 Rusia inició una invasión militar a gran escala en Ucrania, todos sus planes y proyectos de vida se congelaron y no le quedó más remedio que huir del país. Jamás pensó que fuera a ser testigo de una guerra y ahora, después de tres años, aún se pregunta cuándo terminará todo y si algún día podrá volver al lugar donde nació y creció.

Durante los primeros meses de la guerra, Valentyn tuvo que tomar la decisión más difícil de su vida. Vivía con su familia en Chernovtsy, una ciudad situada al sur de Ucrania, donde había terminado sus estudios en electrónica, y fue en ese inicio del conflicto cuando le comunicaron que requería urgentemente un trasplante de hígado a consecuencia de la enfermedad que padecía desde hace años. Si queríaev, la capital, pero la guerra ya había avanzado y “ni siquiera los hospitales eran lugares seguros”, relata, por lo que empezó a plantearse dejar el país.

Con el apoyo de su familia, que decidió permanecer en Ucrania, contactó con una persona que iba a viajar a España y, después de tres días de viaje en coche, llegaron a Málaga, la ciudad en la que Valentyn reside desde entonces. Fue un viaje cargado de miedos e inseguridades, pero también de esperanza, asegura, porque confiaba en poder curarse. “Cuando llegué no sabía dónde estaba ni tampoco hablaba español, pero mi único objetivo era estar sano. Estaba muy esperanzado e ilusionado”, explica.

Una vez en la capital de la Costa del Sol, una organización le derivó a uno de los centros que el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones puso en marcha para atender a las personas ucranianas desplazadas forzosamente por la invasión rusa y allí inició su solicitud de protección temporal. Valentyn recuerda que rápidamente le derivaron a hacerse pruebas médicas, al tiempo que durante su estancia en el programa aprendió español y pudo formarse como ayudante de cocina.

Después de un año, y tras numerosas pruebas, el joven recibió una noticia inesperada: el médico le comunicó que no necesitaba un trasplante de hígado, ya que su patología venía del corazón. “En ese momento no entendía nada”, cuenta a Infobae España, pero al menos le habían detectado lo que realmente le ocurría. Comenzaba así una etapa mucho más esperanzadora. “Estoy muy agradecido a quienes me atendieron porque he podido recuperar mi vida”, señala, al tiempo que también destaca el apoyo recibido por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR).

El proceso de recuperación fue rápido, pronto empezó a trabajar y actualmente se desempeña como montador de muebles en una empresa malagueña. “España me ha dado una nueva vida”, dice este joven al otro lado del teléfono. Sin embargo, admite que estos tres años han sido “muy duros”, ya que su familia sigue en Ucrania y “es imposible dejar de pensar en lo mucho que han sufrido y cómo están”. “Aquí estoy solo y siempre estoy nervioso porque no sabes si tu familia está bien o mal. Solo quiero que la guerra termine”, sostiene Valentyn, que lamenta no haber podido ver cómo ha crecido su hermana pequeña o haberse perdido el nacimiento de su sobrino.

Refugiados ucranianos llegando a Polonia
Refugiados ucranianos llegando a Polonia en 2022 tras cruzar la frontera de Shehyni-Medyka. (EFE/EPA/Miguel A. Lopes)

Más de 12.000 fallecidos

Después de tres años, Ucrania sigue sufriendo ataques prácticamente a diario y hasta el momento la guerra ha dejado 12.600 civiles muertos y más de 29.000 heridos, según datos de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, que estima que entre las víctimas hay al menos 2.400 niños y niñas. El conflicto también ha desencadenado una de las mayores crisis de desplazados del mundo, con más de 10 millones de personas que como Valentyn están lejos de sus hogares, y muchas de ellas no tienen donde regresar, ya que unos dos millones de viviendas, un 10% del total en el país, han sufrido daños o destrucción durante la guerra.

Desde que inició el conflicto, España ha concedido protección temporal a 236.570 ciudadanos ucranianos, convirtiéndose en el cuarto país de la Unión Europea en número de concesiones (4,9% del total de la UE), según datos del 2025 Spain Questionnaire Blueprint Ukraine.

De acuerdo a la información del ministerio que dirige Elma Saiz, hasta finales de septiembre pasado un total de 39.741 estudiantes ucranianos han sido escolarizados en el sistema educativo español. De ellos, aproximadamente 5.500 están en educación infantil, 15.500 en primaria, 9.500 en secundaria, y más de 8.000 en FP y cursos de aprendizaje del idioma, mientras que en el ámbito universitario, 1.800 alumnos se encuentran matriculados en programas de grado, máster o doctorado.

Un soldado ucraniano recorre Toretsk,
Un soldado ucraniano recorre Toretsk, un lugar parcialmente ocupado donde se sostienen fuertes batallas con las tropas rusas en la región de Donetsk, Ucrania. (Iryna Rybakova/ 93ra Brigada Mecanizada de Ucrania vía AP)

España prorroga la protección temporal

En el ámbito laboral, 28.197 personas con protección temporal se encuentran dadas de alta en la Seguridad Social, con una presencia destacada en sectores como hostelería (4.680 personas), construcción (4.605), comercio (3.088) y en información y comunicaciones, donde trabajan 2.862 personas procedentes de Ucrania. La mayoría de estos trabajadores cuentan con contratos indefinidos a tiempo completo, según ha señalado el ministerio en un comunicado.

Ante la persistencia del conflicto, el Gobierno ha prorrogado la protección temporal hasta el 4 de marzo de 2026.

Rusia y EEUU negocian una paz sin Ucrania

Mientras los refugiados se mueven entre la nostalgia y el miedo, Rusia y Estados Unidos han iniciado negociaciones de paz de espaldas a Ucrania, cuyo presidente, Volodímir Zelensky ya ha señalado que no reconocerá ningún acuerdo. “Ucrania considera que cualquier negociación sobre Ucrania, sin Ucrania, como negociaciones sin resultado. Y no podemos reconocer nada, ningún acuerdo que se haya hecho sin nosotros”, indicaba este martes el mandatario después de que Washington y Moscú se reunieran en Arabia Saudí.

Foto de archivo del presidente
Foto de archivo del presidente ucraniano Volodímir Zelenski. EFE/SERGEY DOLZHENKO

Los líderes europeos, por su parte, buscan una respuesta al plan del presidente estadounidense Donald Trump de iniciar negociaciones con su homólogo ruso, Vladímir Putin, para poner fin al conflicto, aunque de momento sin éxito.

Este mismo martes, según informa la agencia Efe, Ucrania ha llegado a un acuerdo con EEUU para destinar el 50% de los beneficios de la explotación de sus recursos naturales que aún están por explotar a un fondo de inversión conjunto sobre el que la parte estadounidense tendrá un mayor poder de decisión y que servirá para hacer inversiones en la economía ucraniana. Sin embargo, Kiev no ha conseguido que Washington se comprometa por escrito a seguir apoyando militarmente a Ucrania a cambio de los beneficios económicos que prevé el acuerdo.

Negociaciones aparte, los refugiados ucranianos que salieron de su país hace tres años se siguen preguntando si algún día podrán regresar a su hogar o lo que queda de él o si podrán empezar de cero en un país cuya reconstrucción se estima que costará 462.000 millones de euros, siendo la vivienda, el transporte, la energía y la agricultura los sectores más afectados.

Comienza en Riad la cumbre entre Rusia y Estados Unidos para negociar la paz en Ucrania.

Valentyn tampoco sabe si regresará, porque después de tres años y haber conseguido empleo, ha comenzado una nueva etapa en Málaga. Lo único que tiene claro es que por encima de todo desea reencontrarse con su familia.