Indra se adentra en una nueva era. Tras reforzar su presencia en los negocios de defensa y aeroespacial, mediante la ampliación de su participación en Hispasat; Tess, empresa dedicada a la construcción de blindados para el Ejército; e Hisdesat, firma responsable de los satélites de las Fuerzas Armadas, la compañía tecnológica española se ha consolidado, impulsado por el interés del Gobierno, como el campeón nacional del sector armamentístico.
Ahora, con el plan estratégico de la compañía avanzando incluso más rápido de lo previsto, el nuevo presidente de Indra, Ángel Escribano, ha asegurado que es momento de llevar a la empresa “al siguiente nivel”, mediante una evolución de sus capacidades industriales y productivas. “En España aún tenemos recorrido para seguir desarrollando nuestra autonomía estratégica y una industria militar puntera”, ha destacado, al tiempo que ha señalado que la compañía tienen “las capacidades, el talento y la tecnología” que se precisa para hacerlo. “Hoy es el comienzo de una nueva Indra”, ha decretado durante la presentación este miércoles de los resultados económicos del ejercicio 2024 de la empresa.
El año pasado, Indra ha obtenido ingresos por más de 4.800 millones de euros, un 12% superior respecto a 2023; un margen EBITDA de 11,3% y un margen EBIT de 9%. El beneficio neto ha ascendido a los 278 millones de euros, un 35% mayor que el año anterior. “Estos resultados tan positivos sientan las bases para asegurar el cumplimiento de nuestra ambición para 2026″, ha señalado el consejero delegado de la compañía, José Vicente de los Mozos. “Si todas las adquisiciones que hemos realizado hubieran estado cerradas desde el 1 de enero de 2025, podríamos asegurar que este año ya habríamos alcanzado los objetivos de nuestro Plan Estratégico para 2026″, ha asegurado. “Esto es una prueba irrefutable de que estamos en el camino correcto”.
De los Mozos también ha brindado detalles sobre los planes de Indra de cara a 20230. Entre estos, figura su intención de aumentar su participación en ITP Aero, una compañía que fabrica motores aeronáuticos y turbinas, en la que participa con un 9,5 % y que el fondo Bain Capital se la compró a Rolls-Royce. ITP es un “anhelo” de esta compañía, ha dicho Escribano, que ha afirmado que Indra tiene “la sana ambición de crecer” en él. De hecho, Ángel Escribano es consejero de ITP Aero en sustitución de Marc Murtra.
Objetivos de cara al futuro
Los empresarios, en una rueda de prensa posterior a la presentación de los datos económicos, han dicho que entre los objetivos de Indra destacan reforzar su portafolio en armamento, con especial énfasis en munición avanzada, drones, tecnología antidrones, misiles y sistemas de combate terrestre, productos que considera esenciales para asegurar la competitividad de la compañía de cara a los futuros programas de defensa, tanto nacionales como europeos.
De igual manera, la empresa semipública planea expandir su negocio en defensa electrónica y vigilancia avanzada, a través de la consolidación de su cartera de radares, sensores y sistemas de mando y control, como también de guerra electrónica. Con esta meta en mente, Indra ha reforzado su apuesta por atraer y retener el talento crítico, mediante la incorporación de más 2.500 profesionales en el último año, con un crecimiento en defensa y aeroespacial del 14%, y una reducción de la rotación no deseada de tres puntos porcentuales que deja atrás el doble dígito. El objetivo, aseguran, es alcanzar los 5.000 nuevos trabajadores, 2.500 más, hasta 2026.
