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Un sofá es, fácilmente, uno de los muebles al que más uso se da. Como tal, entre el tiempo que se pasa viendo algo en la televisión (que frecuentemente se hará acompañado de algún aperitivo), en sentarse en familia o con amigos a echar el rato (que, idealmente - si se es o se tiene buen anfitrión - también se acompañará con aperitivos), y los niños, y las mascotas, y cualquier accidente que pueda suceder durante su uso, es habitual que, al menos de vez en cuando, sea necesario limpiar el sofá.
Aunque no esté visiblemente sucio, es recomendable darle un lavado superficial cada X tiempo - semanalmente, por ejemplo —, aunque sea por quitarle un poco el polvo y cualquier otro residuo leve de esos que se acumulan, se use o no el sofá. Pero más allá de eso, porque si no ha pasado todavía lo hará en algún momento y con toda probabilidad, están las manchas.
Un sofá de tela no cabe en una lavadora, claro, y aunque se pueden (y quizás, es lo más recomendable) utilizar fundas para evitar precisamente que se ensucie de gravedad, hay veces que, simplemente, no es el caso: cuando un manchurrón cubre la tela del sofá, puede dar la sensación de que la única solución sería arrancar la mancha y hacerle un arreglo cutre como de rodillera del pantalón de algún crío energético. Pero no es así: estos son algunos trucos para limpiar un sofá de tela.
Cómo limpiar un sofá de tela
El primer paso siempre será hacerle esa limpieza superficial para quitar el polvo y pelusa y demás acumulaciones residuales, idealmente con una aspiradora. Se debe prestar especial atención a las esquinas, bordes, y huecos - retirando los cojines y limpiándolos también - además de hacer lo propio por los laterales del mueble. Si no se tiene aspiradora, se puede utilizar un paño de fibra ligeramente humedecido. Existen productos concretos para limpiar este tipo de superficie - aunque será recomendable revisar el tipo específico de tela de cada sofá -, pero si no se tienen a mano también hay varios mejunjes caseros que serán igualmente útiles.
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Por ejemplo (para sorpresa de nadie): el vinagre blanco y el bicarbonato de sodio suelen ser poderosos en la limpieza, en general. Con mezclar una parte de vinagre blanco con dos partes de agua y, tras aplicar la solución sobre la mancha, dejar que actúe durante unos minutos antes de frotar suavemente con un paño, debería desaparecer la mancha. Para las que sean más persistentes, espolvorear bicarbonato de sodio sobre la suciedad antes de aplicar la solución de vinagre y agua debería ser suficiente.
Alternativamente, también se puede utilizar un detergente suave mezclado con agua. Con aplicar la solución con un paño limpio y frotar la mancha con movimientos circulares - sin empapar demasiado la tela - debería desaparecer.
También se puede limpiar un sofá de tela utilizando agua oxigenada con agua (normal). Utilizando, una vez más, un paño limpio, se debe aplicar la solución sobre las partes más sucias y dejar que actúe durante unos minutos antes de retirarla con un paño húmedo.
Otra posibilidad - aunque solo debe utilizarse en casos extremos - es el amoníaco. Después de aspirar el sofá, se debe mezclar agua tibia con un chorro de amoniaco y aplicar la solución sobre la tela con una esponja o cepillo de cerdas suaves. Tras dejar que la mezcla actúe sobre la mancha durante unos minutos, se debe retirar con un trapo humedecido en agua tibia. Sería recomendable, si se utiliza este producto, dejar ventilar la casa después de limpiar.
Del mismo modo, la página web El Mueble ha compartido una “mezcla mágica” sobre la que aseguran que es definitiva contra las manchas. Este mejunje está compuesto de medio vaso de agua, un vasito pequeño de alcohol, el jugo de medio limón, y una cucharada de jabón de platos. Una vez preparada, se debe introducir en un pulverizador para rociar el sofá (que debe estar aspirado) con la mezcla. A continuación, se aplica vapor sobre la zona mojada - lo que se puede hacer, con cuidado de que no entre en contacto con la tela, con una plancha - y frotar en movimientos circulares con un cepillo de cerdas suaves. Una vez se vea que la suciedad ha desaparecido, el paso final es pasar un trapo limpio sobre la zona para acabar con todos los restos.
Para aquellas personas que no quieren arriesgarse demasiado, también existe la alternativa de limpiarlo en seco. En ese caso, también se debe comenzar aspirando el sofá y aplicar sobre cualquier producto que no utilice agua, como una espuma. Con ayuda de un cepillo o esponja seca, se debe frotar suavemente antes de retirar todos los restos con un paño seco.