Carmen Lomana (76 años) ha tomado la decisión de abrirse en canal y lo ha hecho a través de un libro de sus memorias, titulado Pasión por la vida. Con este proyecto, la leonesa ha confesado algunos de los momentos más íntimos de su vida, dando la oportunidad a sus lectores de conocer facetas todavía un poco desconocidas. Asimismo, la colaboradora de televisión ha dado una entrevista a la revista DIEZ MINUTOS, en la que ha mencionado temas importantes como la salud mental, su infancia o cómo ha sido su vida desde que es viuda.
A lo largo de los últimos días, Lomana ha visitado también Madrid Directo con Nieves Herrero para hablar de su obra y allí ha dicho que “esta etapa de mi vida es la que más valoro como persona”. Y es que no piensa lo mismo de otros años de su vida, como los de la adolescencia. La televisiva ha reconocido que fue en ese mismo periodo de tiempo en el que tuvo su primer acercamiento al sexo: “Cuando perdí la virginidad, con un jugador de fútbol, fue sin protección. ¡Qué burrada! Me podría haber quedado embarazada”, decía.
Durante la entrevista con el medio citado también ha hablado sobre sus comportamientos en relaciones sentimentales, sobre los cuales confesaba: “He sido infiel, porque he encontrado a otro que me gustaba más. Yo era como Escassi”, decía comparándose con el jinete Álvaro Muñoz Escassi. Luego se enamoró profundamente del diseñador industrial chileno Guillermo Capdevila, quien falleció en un trágico accidente de tráfico a los 51 años.
La importancia de la salud mental
No solo ha hablado sobre los momentos felices de su vida, sino que también ha querido rememorar algunos de los baches que ha tenido que atravesar, como por ejemplo la muerte de su marido Guillermo, que le afectó mucho a su salud mental. Es por esto, por lo que en la entrevista se ha sincerado sobre el suicidio: “No lo hice por pura frivolidad o por estética: Si te cortas las venas, te van a encontrar llena de sangre; si no te tomas las pastillas suficientes, te puedes quedar de aquella manera; si te tiras por la ventana, te quedas como un dibujo animado…”, comentaba.
Fue en 1999, cuando Lomana sufrió esta pérdida que marco un antes y un después en su vida. “Estaba mal, pero no para quitarme la vida”, confiesa a la revista. Y es que Carmen tiene una cosa clara sobre lo que vivió durante ese tiempo: “Cuando me quedé viuda no me suicidé por estética”. A pesar de que en un primer momento rechazó la idea de buscar ayuda profesional, luego lo pensó mejor y ante la necesidad, pidió ayuda. “Llegó un momento que sí necesité ayuda profesional. Yo siempre decía que no, que no necesitaba, pero llegó un momento que llamé a mi médico y le dije, ‘mira, estoy tocando fondo, ya me estoy dando miedo porque no quiero vivir”, expone Carmen.
Desde su experiencia personal, la de León ha querido mandar un mensaje a todos aquellos que lo estén pasando mal: “Recomiendo a todo el mundo que, al primer síntoma de depresión, se pongan en manos de un médico porque es falta de serotonina por una serie de motivos, pero que no se quede jamás crónica, porque ahí ya estás perdido”.
