Pasan las semanas y la Casa Real noruega no deja de protagonizar titulares cargados de polémica, para desgracia de su soberano, el rey Harald. Tras el escándalo protagonizado por el hijo de Mette-Marit, Marius Borg, en esta ocasión quien ha vuelto a centrar todas las miradas en la corona ha sido la hija del rey, la princesa Marta Luisa.
Desde hace años, la royal ha sido el verso suelto de su familia, razón por la que en el año 2002 decidió renunciar a su tratamiento de Alteza Real para poder trabajar al margen de la corona, a la que representa en contadísimos compromisos. Si bien han pasado más de dos décadas desde ese momento, lo cierto es que Marta Luisa parece que no se termina de ‘acostumbrar’, para disgusto de su padre.
Y aunque fue su decisión desligarse, en más de una ocasión ha aprovechado su nombre con fines comerciales. Cansada del compromiso en el que ponía a la corona, en 2022 a Marta Luisa le sugirieron que renunciara a sus funciones reales y llegó a un acuerdo con su padre para no utilizar más su título de princesa con fines lucrativos. Sin embargo, no lo ha cumplido por más que la Casa Real haya insistido a través de comunicados. “La Princesa quiere contribuir a hacer más clara la distinción entre sus actividades empresariales y su lugar en la Familia Real y no debe usar el título de Princesa ni referirse a miembros de la Casa Real en sus propios canales de redes sociales, en producciones de medios o en relación con cualquier actividad comercial”, se podía leer en el mismo.
Poco después sus padres aseguraban en televisión estar afectados por la retirada de su hija. Mientras que Harald de Noruega lamentaba la partida de su hija de la Casa Real porque “ella era muy buena y creo que disfrutaba de estas tareas institucionales”, su madre destacaba que “que es una pena que tenga que dejarlo y creo que ella también lo lamenta”.
Nueva polémica
Desde ese momento ha faltado al trato en tres ocasiones, la última de ellas hace unos días. Así lo desvela el medio local Se Og Hør, que recoge que la royal ha utilizado su nombre para dar una entrevista al periódico danés Billet Bladet centrada en su marca de ropa, Hést. Esto es, en opinión del historiador Trond Norén Isaksen, otra violación del acuerdo entre Marta Luisa y el rey”.
“Una entrevista promocional para su marca de ropa, realizada en el stand de la marca de la Semana de la Moda de Copenhague, es naturalmente una entrevista cuyo principal objetivo es llamar la atención sobre la actividad comercial. Se hace referencia a ella once veces como ‘princesa’ y se especifica que su aparición en el evento es una ‘visita real de Noruega’”, cuenta el experto al medio.
Y si bien plantea la posibilidad de que haya sido el propio medio el que haya decidido utilizar el título de ‘princesa’, aun cuando Marta Luisa hubiera pedido expresamente que no lo hicieran, para Isaksen sería un nuevo desafío al rey.
No es el único desaire que ha protagonizado en las últimas semanas. Poco después de su boda con el chamán Durek Verret, la princesa decidía vender su boda a Netflix y una publicación convertía a la casa real en un tema de entretenimiento. El escándalo fue tal en su país de origen que la casa real tuvo que enviar un comunicado de disculpas y asegurar que mandarían imágenes oficiales del compromiso para demostrar que la institución no buscaba lucrarse con el compromiso.
