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La AP-68, una de las autopistas de peaje más costosas de España, ha sido escenario de un alarmante problema que pone en riesgo la seguridad de los conductores. Y es que al parecer, decenas de vehículos se han encontrado tornillos incrustados en sus ruedas.
Según relatan los afectados, “no se trata de un caso aislado, sino de un problema que ha afectado a varios trabajadores que utilizan esta vía a diario”.
Ya son decenas los vehículos han sufrido pinchazos en sus neumáticos a causa de tornillos y objetos cortantes esparcidos en el tramo que conecta Logroño con Haro, en la Comunidad de la Rioja.
Este incidente ha generado preocupación entre los usuarios de la vía y ha llevado a la Guardia Civil a iniciar una investigación para determinar las causas y posibles responsables de esta situación.
De acuerdo con El Debate, los tornillos encontrados en la carretera son de tipo rosca chapa, con puntas afiladas y una longitud considerable, lo que los convierte en elementos altamente peligrosos para los vehículos en circulación. Este tramo de la AP-68, que une las localidades de Bilbao y Logroño, es conocido por ser una de las autopistas de pago más caras del país, con un coste cercano a los 17 euros por trayecto completo.
Sin embargo, la concesión de esta vía está programada para finalizar en noviembre de 2026, momento en el que debería pasar a ser gratuita.
Los conductores, que además se exponen a la densa niebla de la zona, temen que estos nuevos “obstáculos” puedan agravar aún más la peligrosidad de la vía. La posibilidad de un pinchazo repentino en medio de la niebla es un riesgo que muchos consideran “inaceptable”.
Ante esta situación, los afectados se han puesto en contacto con los responsables de la autopista, quienes les han informado de que estaban procediendo a limpiar la vía y les han ofrecido los datos de su aseguradora para posibles reclamaciones.
Sin embargo, muchos consideran que esto no es suficiente y se preguntan “dónde va el dinero del peaje si no se garantiza la seguridad y el mantenimiento adecuado de la carretera”.
Un problema recurrente en las carreteras españolas
Este no es el primer caso en el que una carretera en España se ve afectada por la presencia de tornillos y objetos cortantes. Hace unos meses, la BU-800, una carretera que conecta Burgos con las localidades de Cardeñadijo, Carcedo de Burgos y Cardeñajimeno, fue apodada por los vecinos como “la carretera de los pinchazos”.
En aquella ocasión, numerosos conductores reportaron daños en sus neumáticos, lo que llevó a talleres y gasolineras de la zona a atender múltiples casos similares.
La Guardia Civil, tras investigar lo ocurrido en la BU-800, logró recoger entre seis y siete kilogramos de tornillos esparcidos en la vía. Este acto no fue un hecho fortuito, sino que se atribuyó al descontento de algunos residentes locales por unas obras que se habían iniciado en la zona y que, según ellos, aumentarían significativamente el tráfico en la carretera.
Investigación en curso
En el caso de la AP-68, la Guardia Civil ya ha abierto diligencias para investigar lo sucedido y determinar si se trata de un acto intencionado, similar al ocurrido en la BU-800, o si existe otra causa detrás de la presencia de los tornillos.
Aunque aún no se han dado a conocer conclusiones oficiales, los conductores afectados han manifestado su preocupación por la falta de seguridad en una autopista que, además de ser de pago, debería garantizar condiciones óptimas para el tránsito vehicular.
El medio destacó que los tornillos encontrados en la AP-68 tienen características similares a los hallados en la carretera de Burgos, lo que podría sugerir un patrón en este tipo de incidentes. Sin embargo, las autoridades aún no han confirmado si existe una conexión entre ambos casos.
Impacto en los conductores y en la seguridad vial
La presencia de tornillos y objetos cortantes en las carreteras no solo representa un riesgo económico para los conductores, quienes deben asumir los costos de reparación de sus neumáticos, sino que también pone en peligro la seguridad vial. Un neumático pinchado a alta velocidad puede provocar accidentes graves, tanto para el vehículo afectado como para otros usuarios de la vía.
Además, este tipo de incidentes genera desconfianza entre los conductores, especialmente en autopistas de peaje como la AP-68, donde se espera un mantenimiento adecuado y condiciones seguras para circular.