
En ocasiones, los ciudadanos, movidos por el deber, se manifiestan en redes sociales frente a lo que consideran que infringe la ley o que no es correcto. Es el caso de Max Marandet, un mecánico francés, de la localidad de Champagnole, que ha sido juzgado por divulgar la imagen de un coche de policía mal estacionado sin ocultar la matrícula.
La foto del vehículo de un gendarme francés se hizo pública el 9 de septiembre de 2024, junto al insulto de “kéké”, según ha informado el diario Le Progrès. Es por ello que, hace tan solo unos días (18 de febrero), el tribunal judicial de Lons-le-Saunier, al norte de Francia, cerca de Suiza, juzgó al mecánico por desacato y divulgación de información personal.
¿Delito o deber?
Esta situación se ha presentado ante la justicia con un doble rasero. Desde el medio Ouest France expresan que el mecánico se mantuvo firme en su posición durante el juicio por su foto y que, además, remarcó: “Solo cumplí con mi deber como ciudadano. Merezco más una medalla que una paliza”. Ante esto, el tribunal optó por absolver a este ciudadano francés. En cambio, la justicia le advirtió: “Le insto a que tengan cuidado con cómo se comunican públicamente”.
Un ciudadano polémico
El medio Le Progrès asegura que el mecánico era conocido por colocar carteles satíricos y polémicos en la región. Uno de ellos fue el de Emmanuel Macron, presidente de Francia, pintado como el dictador Adolf Hitler. A este se suma el de “Mariscal, aquí estoy”, en el que se observa un fotomontaje de la diputada francesa Marine Le Pen con una gorra militar (kepis) del mariscal Pétain.

Este último cartel, en 2021, le costó una denuncia por parte de la Agrupación Nacional, quien señaló a Le Progrés que fue el partido quien manifestó su descontento. En la denuncia se indicaba que el mecánico había insultado a una persona en posición de autoridad pública y, por tanto, tuvo que someterse a una audiencia voluntaria ante la justicia.
Límite a la libertad de expresión
Durante el transcurso judicial por la denuncia hacia la señal satírica de Marine Le Pen, el ciudadano francés manifestó estar sorprendido con lo ocurrido y que se coartaba su libertad de expresión si, finalmente, se obligaba a retirar su cartel. En declaraciones al medio francés indicó: “Para mí no hay nada chocante ni insultante en este cartel, estoy muy impactado por los métodos del partido. Mi primera respuesta será sobre las vallas publicitarias y la segunda seguramente será legal”.
El mecánico también señaló anteriormente que sus carteles eran meramente irónicos: “Tenemos derecho a reírnos de todo, incluso de las desgracias, aunque no tengan gracia”. Añadió, por otro lado, con relación al fotomontaje de Hitler con Emmanuel Macron: “Con mis carteles me siento orgulloso de ser un poco como los últimos músicos del Titanic. También expresa mi enfado por ciertos temas actuales”. En cambio, para el presidente regional de la Agrupación Nacional, Julien Odoul, estos carteles supusieron “un límite que fue ampliamente sobrepasado”.