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La educación es uno de los pilares fundamentales de la sociedad, por lo que los estudiantes deben contar con una enseñanza de calidad que asegure su correcto aprendizaje. Para ello es muy importante contar con una rutina y realizar un seguimiento del alumno, así como mantener la constancia y velar por el cumplimiento de las horas lectivas que le permitirán al estudiante interiorizar los conocimientos y preparar sus exámenes. Esto resulta fundamental para que los jóvenes puedan continuar pasando de curso teniendo la base suficiente para entender los nuevos conceptos que se plantearán durante su trayectoria educativa.
Sin embargo, hay ocasiones en las que esto no se cumple, ya sea por la falta de los docentes necesarios para atender a todos los estudiantes, por una deficiente calidad en las instalaciones o el material empleado o las reiteradas ausencias de los profesores. Por este último motivo un adolescente del colegio Antoine-Coysevox, situado en el distrito 18 de París, recibirá una indemnización superior a los 1.000 euros: tal y como informa el medio francés Actu.fr, el Tribunal Administrativo de París obliga al Estado a compensar económicamente al joven por las repetidas ausencias de sus profesores durante el curso 2021-2022, que han provocado que pierda una gran cantidad de horas de clase.
El padre del estudiante acudió a los tribunales para solicitar una condena de 2.070 euros en concepto de indemnización por los daños sufridos por su hijo y por él mismo: esta situación, tal y como explicó el padre del joven, estaba “directa y ciertamente” vinculada al “importante retraso” que el alumno había acumulado, lo que le impidió adquirir los conocimientos necesarios para los cursos siguientes. Además, alegó que él había sufrido también un “daño moral” porque había tenido que “reorganizar su horario” y contar con “la presencia de un profesor particular” para su hijo.
1.160 euros por 116 horas perdidas
El rector del centro educativo del alumno afirmó que la administración había realizado “todas las gestiones necesarias para encontrar soluciones” a las repetidas ausencias de docentes, “publicando anuncios de contratación de profesores contratados”. Además, destacó que estas habían sido de “muy corta duración”, “imprevisibles”, “dispersas” y “difíciles de sustituir” debido a que se habían encontrado con dificultades para reclutar a los sustitutos.

Pese a estas afirmaciones, los jueces administrativos calcularon que el alumno había perdido un total de 116 horas, una cifra bastante menor que las 193 que el padre del alumno exigió cuando acudió a los tribunales. Las ausencias de sus profesores le habían impedido completar 29 horas de Francés, 13 de Matemáticas, 11 de Historia-Geografía y Tecnología, 16 de Educación Física y Deportes, 6 de Ciencias de la Tierra y de la Vida, 10 de Inglés y 20 de Alemán.
El Tribunal Administrativo de París consideró que el rector no ha aportado las pruebas para determinar que realmente tomó “las medidas necesarias para garantizar la continuidad de la enseñanza en todas las materias en cuestión”. Por este motivo, el Estado se vería obligado a abonar una indemnización de 1.160 euros al alumno, “10 euros por hora de ausencia”, así como 700 euros en concepto de costas. Sin embargo, el padre del estudiante no recibirá una compensación por los “daños morales” que alegó en los tribunales.