
El partido político español Vox, encabezado por Santiago Abascal, enfrenta uno de sus momentos más desafiantes debido a un crecimiento de voces críticas internas que señalan “un viraje geopolítico” en la dirección del partido. Este sábado, cargos y excargos de Vox se reúnen en Madrid para reclamar una refundación, alegando que la dirección nacional les ha “robado” el partido.
Entre los asistentes, destacan figuras como los procuradores recientemente expulsados de las Cortes de Castilla y León, Ana Rosa Hernando y Javier Teira, así como la portavoz del Ayuntamiento de Valencia, Sonia Lalanda, y la diputada balear, Idoia Ribas.
Así, el encuentro tiene como objeto escenificar un movimiento crítico que, aunque haya sido desoído por la cúpula de Vox, pretende visibilizar las fracturas internas y exigir responsabilidades a la actual Ejecutiva.
El cambio en la estrategia internacional: Ucrania y Occidente
Los días 7 y 8 de febrero tuvo lugar la primera asamblea de `Patriots´ en Madrid, a la que asistieron los principales líderes del patriotismo europeo. Esta cumbre tenía el propósito de consolidar la alternativa al consenso entre populares y socialistas que gobiernan Bruselas desde hace una década.
Precisamente este es uno de los puntos más controvertidos que alimentan el cambio de rumbo: la salida del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ERC), liderado por la ministra italiana Giorgia Meloni, para integrarse en el grupo Patriots, impulsado por el primer ministro húngaro Viktor Orban.
Este movimiento ha generado un malestar entre varios sectores del partido, que consideran que la nueva alianza compromete los intereses nacionales y los principios fundacionales de Vox.
Además, el respaldo de Abascal a líderes internacionales como Donald Trump, que recientemente calificó al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, como un “dictador”, también ha sido objeto de críticas. Según señalaron los disidentes, estas nuevas alianzas han debilitado el alineamiento de Vox con Occidente frente a potencias como China o Rusia.
En este sentido, algunos críticos acusan que la relación con Orban se debe a intereses económicos, en referencia a un préstamo de 6,5 millones de euros que Vox recibió para financiar su campaña electoral en 2023.
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Falta de democracia interna: acumulación de reproches
Además, de las tensiones internacionales, los críticos han señalado problemas estructurales dentro del partido. Según el manifiesto titulado “Patriotas de quien pague”, atribuido a los disidentes, Vox ha experimentado una “ausencia de democracia interna” y una “anulación del derecho a opinar”.
Entre las acusaciones, se encuentran la modificación de los estatutos para eliminar las primarias en la elección de cargos y adelanto de la Asamblea Extraordinaria de 2024, que ratificó a Abascal como presidente del partido por otros cuatro años. Según las voces críticas, esta decisión dificultó la presentación de candidaturas alternativas y consolidaron el control de la actual Ejecutiva.
El documento también denuncia la falta de transparencia en el manejo de los fondos y un clima de represalias contra quienes se atreven a expresar opiniones contrarias a la dirección. “Nada queda ya del espíritu de regeneración de la vida pública que inspiró la creación de Vox”, señala el texto, que también acusa que la cúpula se ha convertido en una “élite corrupta”.
Impacto de las decisiones en España: una refundación en el horizonte
En el ámbito nacional, las críticas también se han centrado en la decisión de Vox de abandonar los gobiernos autonómicos de coalición con el PP debido a discrepancias en temas como la inmigración. Esta postura, según los disidentes, ha mermado la capacidad del partido para influir en las decisiones políticas públicas.
Los críticos también han lamentado que se haya “echado o invitado a marcharse” a quienes contribuyeron al crecimiento del partido. Figuras como Iván Espinosa de los Monteros, Rocío Monasterio o Macarena Olona no han sido invitadas al encuentro de este sábado, ya que los organizadores buscan que sea una “revolución de la infantería”, aunque aseguran que estos exmiembros están al tanto de la reunión.
El movimiento también busca recuperar la vigencia del manifiesto fundacional y exigir responsabilidades a Abascal y su Ejecutiva, por lo que consideran un “desprecio al espíritu de regeneración” que dio origen al partido. Los disidentes ven en esta posible refundación la oportunidad de devolver la esencia al partido y corregir lo que consideran errores estratégicos y organizativos.
Mientras tanto, la dirección de Vox ha restado importancia al asunto, calificando esta reunión como un caso “aislado” y reafirmando su hoja de ruta internacional.