
Las redes sociales y las páginas web de opiniones se han convertido en el principal método para encontrar restaurante. Esto hace que los establecimientos se desvivan por tener buenas reseñas y valoraciones positivas, pues saben que muchos posible clientes se guiarán por estos factores. Además, muchos usuarios recurren a TikTok para encontrar un restaurante cercano o en el lugar al que va a viajar.
En este plataforma, Jesús Soriano es una voz autorizada en lo referente a la hostelería española. Desde hace ocho años, publica vídeos en esta y otras redes sociales, bajo su alias @soycamarero, exponiendo situaciones que viven los trabajadores de este sector. Las reseñas se han convertido en uno de sus principales contenidos, mostrando todo tipo de críticas o faltas de respeto que se producen en estas plataformas.
La última reseña que ha mostrado
Es habitual encontrarse con valoraciones negativas. En el caso de este vídeo, ha comentado una opinión mostrada por un consumidor, que apunta tanto a la comida como a los empleados. En varias ocasiones, utiliza términos o acusaciones que cruzan la línea de la falta de respeto, dejando de ser una crítica constructiva.
Primero se centra en el menú. Muestra su descontento por haber pagado más de 20 euros, y, supuestamente, 18, en el caso de los niños. Repasa su disgusto plato por plato, afirmando que le sirvieron “dos trozos de carne seca” o que pocas cosas peores ha comido, al mencionar el postre.
En el caso de los trabajadores, comienza afirmando que los animadores -el restaurante contaba con un servicio para entretener a los más pequeños- eran “más sosos que un berberecho”. Señala que utilizaron unas colchonetas de mala calidad y que realizaron las actividades al aire libre, con 5ºC de temperatura. También subraya un mal desempeño de los camareros, llegando a afirmar que eran adolescentes que trabajaban para “costearse el botellón de la tarde”.
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La respuesta del restaurante
Esta dura y detallada crítica iba a ser respondida al poco tiempo. El restaurante comienza defendiendo la calidad de sus platos. Aseguran que la carne es fresca, que los postres son caseros y que la amplia plantilla permite que todo sea recién cocinado. A lo largo de su explicación, incluyen comentarios irónicos como “quizás usted compre en la zona gourmet de El Corte Inglés”.
También responden a las que consideran faltas de respeto a sus empleados. Según el escrito, los animadores se dedicaron a lo que están preparados, que es entretener a los niños. “Quizás pudo faltar que Spiderman se tirara de un avión sin paracaídas”, afirma el comunicado del local, volviendo a utilizar la retórica para responder a este cliente descontento. Utiliza la misma fórmula cuando responde al hecho de realizar actividades con bajas temperaturas, diciendo que “seguramente se le olvidaría subirla a Roberto Brasero”.
La respuesta adopta un tono más serio cuando se refiere a la acusación sobre los camareros. Consideran un grave insulto asegurar que los trabajadores querían “costearse el botellón”. Terminan asegurando que tratarán de mejorar, y que aceptan todas las críticas, aunque vayan acompañadas de una actitud irrespetuosa. Jesús Soriano reacciona con curiosidad a este intercambio de palabras, e invita a sus seguidores a mostrar su opinión en comentarios.