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Todo el mundo, antes de obtener un permiso de conducción, debe aprobar dos exámenes. El primero se basa en un examen escrito tipo test en el que hay que acertar un número de preguntas que abarcan conceptos teóricos.
En la segunda prueba, se miden los conocimientos prácticos, siendo el impasse definitivo antes de conseguir la licencia que te acredita la conducción. Sin embargo, en el momento que se aprueba la parte teórica, hay un denominador común para todos los conductores.
Y es que, como si de una regla no escrita se tratase, las personas que aprueban la parte teórica, en su mayoría, se olvidan del conocimiento que no se aplica en las normas generales de conducción. Por esta razón, es habitual ver a conductores veteranos ver que hacen un simulacro de examen teórico y suspenden.
Esto no es que sea algo irresponsable ni mucho menos, simplemente es que el conocimiento que no se usa habitualmente se olvida. Bajo esta premisa, hay varias señales que para algunas personas, pueden parecer ilustraciones inventadas. Una de estas que resultan extrañas para el lector es la señal R-110.
¿Qué indica?
Si nos encontramos esta señalización en la carretera, a priori, no deberías de preocuparte. Sin embargo, si conduces un vehículo que contenga más de mil litros de productos capaces de contaminar el agua, sí que debes alarmarte debido a que prohíbe el paso a estos.
Esta suele posicionarse donde hay una gran afluencia de agua. Los puentes que pasan por encima de los ríos o las zonas costeras son los lugares más frecuentes para esta normativa.
La Dirección General de Tráfico (DGT) y el Gobierno de España, están muy comprometidos con reducir el impacto medioambiental que generan los medios de transporte. Son varias las señalizaciones que se han implementado en los últimos años.
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La gravedad de la contaminación del agua
En la línea de este pensamiento, la protección de los acuíferos naturales y los ecosistemas marítimos es fundamental. “Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo”, afirma el artículo 45 de la Constitución.
Esta medida, por ende, reduce la posibilidad de la contaminación de los entornos acuáticos, preservando el entorno. Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en España hay más de 18 millones de personas que viven en entornos costeros.
Aparte de esto, España es un país muy turístico, por lo que las consecuencias económicas para el país pueden ser devastadoras. En caso de que se contaminen ríos, la obtención de agua potable en algunas zonas se dificultaría, y las repercusiones para dicho ecosistema podrían ser fatales.
Por esta razón, tanto la DGT como el Gobierno están endureciendo las medidas y tomando ciertas precauciones para que los entornos sufran el menor efecto contaminante posible. Las limitaciones de velocidad y las etiquetas eco o cero son algunas de las medidas que se están endureciendo para conseguir un entorno más seguro.