La formación militar era un paso obligado para la princesa Leonor, pues cuando asuma la jefatura del Estado asumirá también el cargo de Mando Supremo militar, ya que recaerá en ella la más alta autoridad y responsabilidad sobre los ejércitos tres ejércitos españoles. De ahí la importancia de la formación de tres años que está recibiendo, específica para ella, primero en el Ejército de Tierra, ahora en la Armada y después en el Ejército del Aire.
Y aunque sea un paso reglamentario, eso no quita que la hija de los reyes Felipe y Letizia esté disfrutando del proceso. Es algo que se está dejando ver especialmente desde su ingreso en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, pues en todas las imágenes que se han visto de ella iba acompañada de una gran sonrisa y de una actitud más que positiva.
Tras embarcar el pasado mes de enero en el puerto de Cádiz y tras una travesía de 22 días en alta mar, la princesa y sus compañeros guardamarinas atracaron en Brasil el pasado 16 de febrero para pasar unos días en el puerto de Salvador de Bahía. Tras realizar diferentes actividades como una visita turística, una ofrenda floral y un seminario histórico, el grupo volvió a la mar este miércoles 19 de febrero para continuar con su travesía.
De nuevo en alta mar, Leonor seguirá con su aprendizaje a bordo del buque para, en el mes de marco, desembarcar en dos puertos diferentes, Punta Arena y Valparaíso, ambos en Chile. El barco continuará rumbo al norte, por el océano Pacífico, haciendo escala en Perú, donde parará en El Callao. Como si fuera un tour por Latinoamérica, los estudiantes seguirán hasta Cartagena de Indias, en Colombia y Santo Domingo, la capital de República Dominicana.
Dejando atrás el mar caribe llegará el turno de Nueva York, donde Leonor desembarcará a primeros de junio. Al contrario que sus compañeros, el viaje de la heredera al trono terminará bastante antes y volverá a casa en avión en vez de en Elcano. Por su parte, sus compañeros seguirán un mes más en alta mar para seguir con su formación. Desembarcarán en el puerto de Cádiz sobre el 21 de julio.
Una vez acabe el recorrido, todos ellos podrán presumir no solo de su formación práctica, también de una valiosa enseñanza: el haberse enfrentado a semanas sin ver tierra, dependiendo exclusivamente de las condiciones del océano.
Los pasos de su padre
La princesa Leonor sigue los pasos de su padre a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano. El Rey, en el año 1987 y con apenas 19 años también formó parte de la tripulación del buque como parte de su formación militar.
Esta experiencia constituye un componente esencial del entrenamiento militar que la princesa está llevando a cabo en su primer año en la Escuela Naval de Marín, su segundo de formación militar.
Su último año, en Murcia
Su tercer año de formación, en el que se integrará como estudiante de cuarto curso, será en la Academia General del Aire, en San Javier, Murcia. Una base costera a orillas del Mar Menor que cuenta con la tecnología más novedosa en cuanto a la ingeniería aeronáutica.
Y es que, antes de adentrarse en uno de los aviones, la princesa tendrá que pasar muchas horas en los simuladores de vuelo. Se sentará en los nuevos aviones Pilatus PC-21, mucho más ligeros que los que formaron a su padre y su abuelo. Tal y como detalla la web de la Academia General del Aire, la formación aeronáutica se estructura en tres fases, entre las que se combinan materias teóricas y teórico-prácticas. En ellas, Leonor aprenderá tanto los sistemas y procedimientos de vuelo, como manejo “sola” y maniobras acrobáticas.
