“Europa estorba”: qué hay detrás de la estrategia de Trump con Ucrania

El exembajador español en Washington Jorge Dezcallar analiza para ‘Infobae España’ los intereses que se esconden detrás de los últimos movimientos del presidente Trump

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Los presidentes de China, Xi
Los presidentes de China, Xi Jinping, y Rusia, Vladimir Putin (Infobae)

“Cuando uno no está en la mesa de negociación, acaba formando parte del menú”, vaticina Jorge Dezcallar sobre el futuro de Ucrania, sin voz en las conversaciones entre Washington y Moscú para poner fin a la guerra. Para el antiguo director general del Ministerio de Asuntos Exteriores con Felipe González y director del CNI con José María Aznar, el país invadido será sacrificado en pos de lo que Donald Trump considera un objetivo mayor: debilitar a Pekín. “Estados Unidos quiere separar a Rusia de China y el regalo para Putin va a ser Ucrania”, sostiene en una entrevista telefónica con Infobae España.

Europa, por contra, es un daño colateral en la estrategia del presidente estadounidense al no terminar de encajar en sus planes, a pesar de que los líderes europeos hayan convocado dos cumbres en los últimos tres días para intentar aunar su postura y seguir el paso del presidente estadounidense.

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Para Dezcallar, Europa ha sido “marginada” a un simple espectador en las negociaciones entre Trump y Putin porque no está de acuerdo con el “canje” que pretende llevar a cabo la Casa Blanca. ”Europa estorba los planes americanos. A Estados Unidos no le interesa la postura europea porque interfiere en su política con China", afirma el también exembajador español en Washington.

El desentendimiento de la defensa de Europa plasmado en los últimos días por parte de la administración Trump responde, sostiene el diplomático, a la intención de concentrar todos los esfuerzos en controlar al gigante asiático, a quien el mandatario estadounidense ya señaló como su principal preocupación durante sus primeros cuatro años en el despacho oval. “China es el único país con capacidad y voluntad de disputarle la hegemonía mundial a Estados Unidos”, asevera Dezcallar.

Asimismo, el poner en duda el apoyo militar al viejo continente es otra táctica de Trump para obligar a la Unión Europea a “desviar la atención hacia Asia”. “En caso de un conflicto con China, la posición de Europa será siempre con Estados Unidos, con quien en definitiva compartimos valores aunque estemos en desacuerdo en muchas cosas”, asegura el autor de El fin de una era (La esfera de los libros, 2024).

Jorge Dezcallar
Jorge Dezcallar

“El problema que podemos tener es que Washington decida su política con China sin consultarnos y después pretenda que nos alineemos con sus posiciones”, prevé Dezcallar. “La política de Donald Trump va en ese sentido: ‘Todo lo que haga Estados Unidos más fuerte, seguro y próspero es bueno para mí y los demás que se adapten como puedan”, apunta. En este sentido, el experto apunta a que una guerra comercial entre Pekín y Washington podría hacer “mucho daño” a la Unión Europea, que mantiene “importantísimas relaciones comerciales” con el régimen de Xi Jinping. “Nuestro interés no está, en este momento, en pelearnos con China”.

Esta visión coincide con la del ex alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y de Seguridad, Josep Borrell, que ha urgido a Europa a que actúe “con más unidad y compromiso” para poder hacer frente ante “cualquiera que pretenda construir un mundo que no esté basado en reglas”, en alusión a Donald Trump o Vladímir Putin.

Así se expresó Borrell en su discurso tras ser investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Pontificia Comillas, insistiendo en que los europeos “no deberíamos achantarnos frente a las amenazas del que más grita”.

Europa, ha dicho, ha evitado la Tercera Guerra Mundial durante 70 años “pero no sé si seremos capaces de seguir evitándolo si no estamos más unidos”. En su opinión, el Viejo Continente tiene que saber “cómo organizarse” para afrontar este mundo tan complejo que se niega a aceptar: “Tenemos que defender nuestra identidad y poner límites” y estar preparados para dar una respuesta “si la ‘pax americana’ se acaba y EEUU ya no quiere ser el gendarme del mundo”.

Pero, según Borrell, la UE prefiere refugiarse “en los pensamientos piadosos cuando el mundo necesitaría una Europa con más realidad y compromiso” ha insistido, subrayando que el resto del mundo necesita a Europa y quiere evitar la dualidad “China-Estados Unidos”.

La OTAN, en entredicho

Dezcallar afirma que Europa “no es tomada en serio” porque “no es capaz de hablar con una sola voz”, situación por la que incluso “ha caído en la irrelevancia”. “Sin embargo, los propios americanos han dicho que, en la posterior estabilización de Ucrania, la garantía de seguridad dependerá de Europa”, destaca. De esta manera, la UE deberá desplegar tropas en territorio ucraniano para asegurar el alto el fuego, posibilidad que, no obstante, tampoco logra la unanimidad entre los socios europeos, tal como quedó demostrado en la reciente cita de París. La soledad de Europa en esta tarea será total, dado que Estados Unidos ha rechazado proteger esta misión con el escudo nuclear de la OTAN.

Keith Kellog, el enviado especial de Donald Trump para Ucrania, llegó a Kiev tras el inicio de las conversaciones en Riad

“Con Trump, la OTAN puede quedar en entredicho”, señala el exdirector de los servicios de inteligencia de España. “Él dice que hay que redefinir los objetivos de la Alianza y es partidario de una OTAN durmiente donde los Estados Unidos solo intervinieran como última necesidad”. Por el momento, el republicano no puede sacar a su país de la organización militar porque carece de los apoyos de las 2/3 partes del Senado que precisaría para hacerlo, “pero sí puede debilitar a la OTAN al proporcionarle menos dinero y menos soldados”, destaca Dezcallar. De hecho, a finales de enero, Trump ordenó reducir en un 20% la presencia de las Fuerzas Armadas estadounidenses de Europa, lo que se traduce en un recorte de cerca de 20.000 efectivos.

El diplomático español no duda en afirmar que la era del multilateralismo está llegando a su final. “Pasamos a un mundo multipolar donde habrá dos grandes focos que serán China y Estados Unidos y en el que Rusia, una potencia nuclear aunque con un PIB muy pequeño, va a ser un foco menor”, detalla. Si Europa quiere entrar en esa liga tendrá que ser capaz de hablar con una sola voz y dotarse de una capacidad militar creíble, y eso no se hace de la noche a la mañana".