En octubre de 2024, Enrique Ponce (53 años) se despedía de los ruedos y lo hacía en su ciudad natal, Valencia. Ahora, varios meses después, el diestro ha querido irse por todo lo alto, por lo que el pasado 6 de febrero ofrecía su última corrida en la Plaza México, ubicada en la capital del país. Para ese viaje especial, Ponce decidió llevarse consigo a su novia Ana Soria (26 años), quien le ha apoyado en su profesión desde que comenzaron su relación sentimental.
En el país latinoamericano, la pareja ha podido disfrutar de unos días tranquilos y rodeados de personas a las que admiran. Asimismo, ambos han podido conocer juntos algunos de los monumentos más emblemáticos, como por ejemplo, la Columna de la Independencia o la Catedral de San Miguel de Allende en Guanajuato, entre otros. Todo esto se ha podido saber gracias al carrete de fotografías que ha publicado la joven en su perfil personal de Instagram.
En la publicación, además de las fotos de recuerdo, ha querido dejar un mensaje corto pero contundente: “Hay sentimientos que no caben en palabras”, unas palabras que acompañaban a un emoticono de corazón. En total, han sido veinte fotografías las que han resumido el viaje a México. El torero fue recibido en una de sus plazas favoritas de América Latina entre luces, aplausos y música, al ritmo de temas tradicionales como, México lindo o Cielito lindo, entre otras.
Su último ruedo
El diestro dio su tradicional vuelta al ruedo al final y fue llevado en volandas por sus compañeros. Con un traje blanco con detalles bordados en negro, el valenciano era muy bien despedido, o eso han dejado entrever las fotografías publicadas por Soria. Aparentemente, muy orgullosa de lo que Enrique ha conseguido, esta aplaudía su actuación junto a otras 32.000 personas que asistieron al evento.
“Soy el torero español que ha toreado más veces en la Plaza México”, decía en una entrevista hace unos años, demostrando así la importancia que tiene para él despedirse en esta plaza. Y despidiéndose muy agradecido ante los asistentes, el torero vivió este momento con un sombrero mexicano en la mano. A modo de homenaje y agradecimiento por su visita, en la arena de la plaza con luces láser se podía leer: “Enrique Ponce, Plaza México, hasta siempre”.
Aunque sin duda el momento más especial del viaje parece haber sido su último ruedo, la pareja también ha tenido momentos para distraerse, y es que ambos han estado alojados esos días en una casa que aparentemente parece lujosa y que cuenta con un gran jardín y piscina al aire libre.
Un romántico beso
Aunque asegura que hay situaciones y sentimientos que no se pueden describir, parece que las fotografías han sido suficiente para hacerlo. En una de las instantáneas se puede apreciar a la joven almeriense y al de Chiva darse un romántico beso. Con esta fotografía, Ana muestra el amor mutuo que sienten el uno por el otro ante los 131 mil seguidores con los que cuenta en su perfil personal.
