Antonio Banderas no solo es uno de los actores españoles más reconocidos a nivel internacional, también es el mejor embajador de España y, más concretamente, de su Málaga natal. Esto no es algo nuevo, pues en la época en la que estaba casado con Melanie Griffith, el protagonista de La piel que habito logró poner en el foco la Semana Santa de su ciudad, a la que acudía junto a la estrella de Hollywood año tras año. Y si bien su relación con la también actriz terminó hace tiempo, esta tradición continúa y Banderas lo disfruta ahora junto a su novia Nicole Kimpel.
De hecho, junto a la holandesa ha logrado cumplir uno de sus sueños, volver a vivir en Málaga. Desde hace varios años el intérprete está establecido en la Costa del Sol, la cual intenta que se posicione en el panorama artístico nacional. Como gran conocedor del mercado hollywoodiense, una de las aspiraciones de Antonio es que la capital andaluza tenga una buena oferta cultural que atraiga, para ello creó el Teatro Soho.
Para no perder detalle del día a día de su gran apuesta, decidió alejarse de Madrid, ciudad por la que suelen apostar los rostros conocidos, y establecerse en Málaga. Allí viven junto a su pareja con todo lujo de comodidades, en una de las mejores zonas y en un piso que cuenta con todos los detalles.
De entre toda la oferta disponible, Antonio Banderas eligió un piso ubicado en la parte antigua de Málaga, cerca de la plaza del Zegri. Se trata de una imponente propiedad distribuida en dos pisos y con más de 500 metros cuadrados de superficie que reformó para dejarla a su gusto. Si bien en un chalet hubiera tenido más privacidad, tampoco está demasiado expuesto y es que puede acceder a su casa gracias a un ascensor privado.
La mejor parte de esta vivienda son las vistas, pues se trata de un ático con una amplia terraza desde la que se puede ver La Alcazaba, la catedral o el teatro romano, entre otros. También llama la atención el edificio en el que se encuentra, pues es un palacete de estética noble construido en los años 50.
En un reportaje que realizó Nicole Kimpel a la revista ¡Hola! se mostraron algunos detalles de la decoración de la vivienda. Para dar amplitud a la vista, el actor derribó buena parte de los muros dejando estancias abiertas de paredes blancas. El punto de color lo añade la decoración con, por ejemplo, un sofá de color naranja.
En otro reportaje para Diario Sur, el de El Zorro mostró la mejor parte, la de la terraza. Un espacio dedicado al relax y el ocio que cuenta con una piscina con deck, pérgolas para protegerse del sol, y unos cómodos sofás para disfrutar de las vistas de la ciudad. Según contó Antonio, se ocupó él mismo del interiorismo de su vivienda, escogiendo piezas modernas y de vanguardia conjugadas con otras originales de arte contemporáneo.
Tampoco faltan las fotografías que recorren su vida, además de retratos que recuerdan a los personajes que ha interpretado u homenajes a algunos rostros que han sido relevantes en la historia de Málaga.
La vivienda en la playa
Si bien en el pasado combinaba este ático con una casa que tenía en Marbella, ahora se trataría de su única propiedad en la ciudad. La villa al borde del mar que poseía y en la que pasó el confinamiento por la pandemia, tuvo que ser derribada el pasado 2024 al encontrarse en situación irregular.
La última gala Starlite, Antonio aprovechó para hablar del tema y aseguran que había derruido esta casa por decisión propia y no porque lo había demandado el juez. “Quiero comenzar diciendo que mi casa de Marbella la he tirado yo, por la simple razón de que quiero una más bonita. Porque la otra era más fea... Nada más. Dicho está”, dijo, dando el tema por zanjado.
