
El Papa Francisco está en el centro del panorama mediático internacional. Sus problemas de salud le han obligado a cancelar su agenda, por lo menos hasta el final de esta semana. Así, y a pesar de que las últimas informaciones del Vaticano aseguran que está estable y sin fiebre, la preocupación es máxima. En este sentido, son muchos los que se preguntan si el Papa Francisco podrá seguir en el cargo.
Tradicionalmente, la sucesión en el papado solo se producía tras el fallecimiento del pontífice. Sin embargo, el derecho canónico también reconoce la posibilidad de renunciar libremente al cargo, siempre que la decisión sea formalmente manifestada y sin necesidad de ser aceptada por ninguna otra autoridad. El caso más reciente es el de Benedicto XVI, quien el 11 de febrero de 2013 anunció su decisión de dejar el pontificado debido a su “falta de fuerzas”. Tras esta decisión, se inició el proceso de selección de su sucesor, el papa Francisco.
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Así es como se escoge a un nuevo Papa
Tras el fallecimiento o la renuncia de un Papa, la elección de su sucesor comienza con la convocatoria del Cónclave, una reunión de cardenales en la Capilla Sixtina del Vaticano. En este proceso, los cardenales, procedentes de distintos países, deben ser menores de 80 años. Todos ellos participan en una serie de votaciones hasta alcanzar una decisión.
El Cónclave se desarrolla en estricta confidencialidad y aislamiento, sin contacto con el exterior. Normalmente, se convoca quince días después de la muerte del papa, aunque puede ampliarse hasta un máximo de veinte. Por otro lado, su duración no está predefinida, ya que las votaciones continúan hasta que uno de los candidatos obtiene una mayoría de dos tercios. Durante este periodo, los cardenales analizan las opciones y debaten sobre el perfil más adecuado para el nuevo pontífice. En el caso del Papa Francisco, el cónclave para su selección duró poco más de 24 horas.
El término “Cónclave” no solo hace referencia al proceso de elección, sino también al recinto donde los cardenales permanecen encerrados hasta que el nuevo Papa es proclamado.
Cuándo se sabe que se ha elegido a un nuevo Papa
El término fumata blanca se ha incorporado al lenguaje cotidiano como sinónimo de acuerdo o aprobación de un proyecto. Sin embargo, su origen está ligado a la elección de un nuevo Papa en el Vaticano.
Durante el Cónclave, los cardenales votan en total aislamiento y, una vez finalizado cada escrutinio, las papeletas se queman en una estufa instalada en la Capilla Sixtina. Si el resultado es negativo, se añade una sustancia resinosa llamada pez, lo que genera humo negro, señal de que aún no hay consenso. En cambio, cuando se alcanza el acuerdo y un nuevo pontífice es elegido, el humo que sale al exterior es de color blanco. El anuncio oficial se realiza desde el balcón de la Basílica de San Pedro. Uno de los cardenales pronuncia la frase en latín Habemus Papam, confirmando ante el mundo el nombre del nuevo líder de la Iglesia católica.