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El uso de gafas o lentillas es una necesidad para más de la mitad de la población en España. Según la última Encuesta Europea de Salud del Instituto Nacional de Estadística (INE), publicada en 2020, hasta 24,4 millones de personas mayores de 15 años utilizan algún tipo de corrección visual, lo que representa más del 60% de la población.
Además, ahora hay una nueva tendencia en la que incluso las personas que ven perfectamente se compran una montura por cuestiones estéticas.
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Actualmente, el coste de una montura varía mucho entre unas marcas y otras. Así, se pueden encontrar opciones desde los 20 hasta los 600 euros.
En cuanto a los cristales, el precio depende del tipo y los tratamientos adicionales. Cada lente monofocales básica puede costar alrededor de 30 euros, incluyendo tratamientos antirreflejante y endurecido. Sin embargo, opciones más avanzadas, como lentes progresivas o con tratamientos especiales, pueden elevar el costo significativamente. Por ejemplo, las lentes progresivas de alta gama pueden superar los 300 euros. Además, tratamientos adicionales como filtros de luz azul, lentes fotocromáticas o polarizadas también influyen en el precio final de los cristales.
De este modo, comprar unas gafas supone un esfuerzo económico importante, por lo que su correcto mantenimiento es clave para prolongar su vida útil y evitar gastos innecesarios.
Cómo limpiar las gafas
Mantener las gafas limpias es esencial para garantizar una visión clara y prolongar su vida útil. Sin embargo, una limpieza inadecuada puede rayar los cristales y dañar los tratamientos de las lentes. Para evitarlo, es importante seguir algunos pasos clave y utilizar los productos adecuados.
- Lávalas con agua tibia y jabón neutro: antes de frotar los cristales, enjuágalos con agua tibia para eliminar polvo y partículas que puedan rayar la superficie. Aplica una gota de jabón neutro y frótalos suavemente con las yemas de los dedos.
- Sécalas con un paño de microfibra: utilizar papel, servilletas o la ropa para secar las gafas puede provocar arañazos. En su lugar, emplea un paño de microfibra limpio y seco, diseñado específicamente para este tipo de superficies.
- Evita productos abrasivos: No uses alcohol, amoniaco o limpiadores domésticos, ya que pueden deteriorar los tratamientos antirreflejantes o de protección UV de los cristales. Opta por líquidos específicos para la limpieza de gafas.
- Guárdalas en su estuche: Para evitar arañazos y acumulación de suciedad, guarda siempre las gafas en su estuche cuando no las uses.
Qué hago si en vez de gasas uso lentillas
Hay que tener en cuenta que las lentillas son complementarias a las gafas, no sustitutivas. Por lo que debes utilizar ambas. Así pues, es importante que también lleves una limpieza adecuada de las lentillas.
Ahora bien, la limpieza adecuada de las lentillas es fundamental para prevenir infecciones oculares. Antes de manipularlas, es imprescindible lavarse las manos con agua y jabón neutro, secándolas con una toalla sin pelusas. Las lentes deben limpiarse siempre con una solución específica, evitando el agua del grifo o la saliva. Es recomendable frotarlas suavemente con la yema del dedo y enjuagarlas antes de guardarlas. Además, el líquido del estuche debe renovarse diariamente para evitar bacterias.