Han pasado ya 25 años desde el estreno de Gran Hermano, la versión española de Big Brother. Fue el primer programa de telerrealidad que se emitió en España, y lo hizo con muchísimo éxito, ya que, en su estreno, obtuvo un 36,5% de cuota de pantalla, manteniéndose además como líder de audiencias en casi todas sus ediciones.
El programa es un concurso de popularidad - tanto fama como notoriedad - en el que los concursantes conviven en una casa aislada del exterior y totalmente equipada con equipos de grabación que registran todo lo que sucede. Se alarga durante unos tres meses, tiempo durante el que los participantes deben intentar superar las nominaciones de sus compañeros hasta conseguir el premio final, aunque las audiencias también pueden elegir expulsarlos.
En esa primera edición, de cuyo éxito dependía la supervivencia del programa, el ganador fue Ismael Beiro, un - entonces - joven gaditano que se ganó a la audiencia por su simpatía y su carácter alegre y optimista. Con su victoria, el andaluz se embolsó 20 millones de pesetas (120.000 euros) y se convirtió en el rostro más conocido de la televisión.
Un accidente de moto le obligó a abandonar la televisión
En los años inmediatamente posteriores, Beiro pasó por varios otros programas de televisión, como La isla de los famosos, Expedición Imposible o Ven a cenar conmigo, y así fue hasta que un accidente de moto le provocó un coma de casi un mes y medio, tras lo cual dejó de aparecer en pantalla. Tuvo lugar el 10 de mayo de 2002, cuando la moto que conducía colisionó contra un todoterreno, provocándole un traumatismo craneoencefálico severo que, además del coma, le dejó secuelas que aún sufre a día de hoy: según La Vanguardia, Ismael sigue sin olfato, perdido tras el accidente, y no puede mover uno de sus pies.
Esto no le impidió seguir viviendo a su gusto: también grabó, junto a su grupo 1+, el disco Uno de tantos, que salió a la luz en el 2004 y cuenta con diez temas musicales que son todo un registro de las muchas facetas del ganador del primer GH. Aquí sale a relucir el carácter positivo del gaditano: actualmente, se describe a sí mismo como profesional del stand up, cómico, y actor, aunque también ha tocado otros palos. Ismael siempre ha mantenido que, tras su paso por Gran Hermano, “tenía mucha popularidad, pero poca profesión”, por lo que decidió cursar un máster en dirección de empresas audiovisuales, y con los años, tiene cada vez “más profesión y menos popularidad”. Por otro lado, ha publicado también un libro: La vida es trading, a través del que comparte su experiencia en bolsa.
Volvió a aparecer, aunque no como concursante, sino como “invitado sorpresa”, en Gran Hermano Dúo, en enero de 2024. Ahí, se encontró con su paisano gaditano Manuel González, ex concursante de La Isla de las Tentaciones, quien en su presentación al nuevo GH habría confesado que Ismael fue su concursante favorito de entre todas las ediciones del programa: “Solamente hay un ganador gaditano de ‘Gran Hermano’ y es Ismael Beiro. Yo tendría unos 8-9 años cuando ganó, mi madre me tiñó el pelo de amarillo... Vi la edición entera. Si tengo que elegir a un concursante favorito, barro para casa y elijo a un gaditano”. Ni que decir tiene que Manuel se quedó de piedra. Ismael, por su parte, aseguró que “el lujo es mío, de estar aquí con mi paisano Manuel. Estar en esta casa que ya la echaba de menos”
A día de hoy, a sus 50 años, Ismael es el propietario de un bar ubicado en la plaza de la Catedral, en Cádiz, otra de las formas con las que se quiso asegurar un futuro para evitar tener que quedarse a cuenta del reality de televisión por el resto de sus días. Pero lo más sorprendente, quizás, es su incorporación a la política (o su intento de hacerlo, mejor dicho): en 2022 se presentó por el grupo Andalucía Por Sí (AxSí) a las elecciones municipales de Cádiz de 2023. Sin embargo, su candidatura obtuvo únicamente un 2,33% de los votos, por lo que, por suerte o por desgracia, quedó fuera del Ayuntamiento. Con todo, sin embargo, hay algo que está claro: a Ismael le ha ido bien. O, por lo menos, hasta hace poco, ya que, según Semana, ha sido acusado de deber 18.000 euros a Jesús Toledo por un proyecto que montaron juntos.
