Cómo limpiar el cepillo del pelo

El cuero cabelludo podría infectarse si no se limpia esta herramienta, según los expertos

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Una mujer cepillándose el pelo
Una mujer cepillándose el pelo (Freepik)

El cepillo del pelo es una de las herramientas que más se usan diariamente en el hogar. Este utensilio es perfecto para extender cualquier aceite que se quita, aplicar tras el lavado o una vez peinado, por lo que puede acumular diferentes residuos que más tarde pueden ensuciar el cabello.

A pesar de no tenerlo en cuenta, es crucial mantenerlo siempre limpio, ya que no solo ayudará a tener un pelo más limpio, sino que se podrá evitar que los pelos que queden entre las púas se caigan al suelo. Asimismo, una limpieza diaria del cepillo de pelo es una tarea sencilla que puede marcar la diferencia en la salud capilar, ya que siempre que esté libre de residuos y bacterias, se contribuye a un cabello más sano, brillante y libre de problemas como el exceso de grasa o la irritación del cuero cabelludo.

Cómo limpiar correctamente el cepillo del pelo

Una mujer cepillándose el pelo
Una mujer cepillándose el pelo (Freepik)

Aunque en numerosas ocasiones no seamos conscientes, un peine que no obtiene una limpieza diaria hará que el cabello esté más graso, debido a los residuos que se acumulan entre las cerdas y que esperan a que llegue un pelo limpio. Igualmente, el uso continuado de una herramienta sucia puede provocar una irritación en el cuero cabelludo debido a una posible acumulación de bacterias y hongos. Los síntomas más típicos son el picor, la caspa o en casos más graves, infecciones cutáneas.

Así lo confirmaron los expertos de Termix a Glamour España: “El cepillo del cabello puede llegar a ser un foco de bacterias, suciedad y hongos que perjudiquen la salud del cuero cabelludo con infecciones como la caspa o la dermatitis seborreica”, advierten. Además, también hay que tener en cuenta que cuantos más restos haya en el peine, menos efectividad se obtendrá en el cepillado. De este modo, para limpiar este utensilio, Modesta Cassinello ha dado algunos consejos:

  • Eliminar los restos de cabello. El primer paso es retirar todos los mechones de pelo acumulados entre las cerdas. Para ello, se pueden utilizar los dedos o herramientas diseñadas para este fin, como los limpiadores de cepillos. En caso de que el cabello esté muy enredado, una pinza o un peine de púas finas pueden ayudar a extraerlo con mayor facilidad.
  • Lavado con agua y jabón. Una vez eliminado el cabello, es importante desinfectar el cepillo. Para ello, se recomienda sumergirlo en una mezcla de agua tibia con jabón neutro o champú suave. En caso de que haya restos difíciles de eliminar, se puede frotar suavemente con un cepillo de dientes viejo. Para una limpieza más profunda, se puede utilizar una solución de agua con vinagre a partes iguales, lo que ayudará a eliminar bacterias y malos olores.
  • Enjuague y secado. Después del lavado, es fundamental enjuagar bien el cepillo para eliminar cualquier residuo de jabón o vinagre. Se debe sacudir el exceso de agua y dejar secar al aire en una superficie limpia, preferiblemente con las cerdas hacia abajo para evitar que la humedad se acumule en el mango. En el caso de los cepillos de madera, es recomendable evitar el contacto prolongado con el agua para no deteriorar el material.

Este proceso habrá que hacerlo dependiendo del uso y del tipo de productos capilares que se utilicen para cada tipo de pelo. No obstante, como norma general, se recomienda desinfectarlo cada dos o tres días si se usa a diario y se aplican productos como laca, espuma o aceites capilares. Mientras que quien los use con menos frecuencia, al tener una regularidad de lavado del cabello menor, podrá esperar hasta una semana.