![El escritor Miquel A. Fernández](https://www.infobae.com/resizer/v2/QBKYWRQIMNHZ5NSXTHMBINZ3TU.jpg?auth=e7e579ad20c5a3b6128d6e16a8e12179110378bea7d131315bbb016a1ec56df9&smart=true&width=350&height=233&quality=85)
El legado de Pedro Zerolo (Caracas, 1960-2015) traspasó fronteras. Cuando se cumplen diez años de la muerte del político socialista (fue miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE y secretario de Movimientos Sociales del mismo partido) y uno de los activistas más influyentes de la historia reciente de España, su compañero de batalla Miquel A. Fernández García hace un recorrido por su vida, su activismo en la defensa de los derechos civiles y su compromiso político: desde la presidencia de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+) hasta su papel “crucial” en la aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo.
“Este libro nos descubre a un hombre extraordinario que, con coraje y pasión, transformó la realidad de miles de personas”, relata el autor de Pedro Zerolo. Vida y legado de un pionero por los derechos civiles (Libros Cúpula, Planeta). Miquel A. Fernández García le acompañó en su “emocionante” aventura hacia la igualdad durante más de dos décadas, convirtiéndose en el testimonio más próximo de su lucha para lograr, entre otras cuestiones, la aprobación de una norma que cumple ahora 20 años.
“Cuenta la historia de lo que hemos vivido, que la gente conozca nuestra lucha porque, si no, la acabarán contando otros”, le dijo Zerolo a su amigo, a quien le dejó el encargo de narrar los principales avances en los derechos para las personas LGTBI+ tanto en España como fuera del país. En este sentido, en uno de los extractos del libro, el autor aborda el papel de Zerolo en América Latina.
Uno de los países que Zerolo y Fernández visitaron con mayor asiduidad fue Argentina, que acoge la comunidad española más grande de Latinoamérica después de Venezuela. “Nuestro primer viaje se produjo en el mes de julio de 2006 [...] Zerolo tenía el convencimiento de que Argentina era el país mejor situado para ser el primero de América Latina que aprobara el matrimonio igualitario. Y, efectivamente, así fue”, cuenta el autor en el libro, prologado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La división del colectivo en Argentina antes de unirse
Para lograrlo, “había que trasladar la experiencia del movimiento LGTBI+ español y la estrategia que habíamos llevado a cabo a los activistas argentinos que habíamos conocido durante nuestra primera asistencia al Foro Social Mundial el año anterior”, continúa el autor, director ejecutivo de la fundación que lleva el nombre del activista.
Antes de su viaje, Fernández realizó un informe sobre la situación del movimiento en Argentina, que señalaba que, desde sus inicios en los años 80, contaba con colectivos territoriales y sectoriales de lesbianas, gais, transexuales y travestis, pero que “la lucha estaba bastante atomizada y carecía de ningún tipo de federación nacional, como en España. Esta falta de estructura dificultaba la organización de la lucha”.
“La situación era desesperante, como pronto descubrí tras mis intentos infructuosos de mantener un encuentro con todos ellos: siempre me encontraba con la dificultad de que, debido a las cuitas locales internas, si una reunión se hacía en la sede de tal colectivo, algunos otros no acudirían. Por este motivo, Zerolo zanjó el conflicto diciéndome que alquilara una sala en el hotel NH, donde nos alojábamos, y los convocáramos allí a un encuentro”.
A esta cita “en territorio neutral” acudieron un buen número de representantes de colectivos LGTBI+. “Zerolo les explicó pormenorizadamente todo el proceso llevado a cabo en España desde los años 90 con la creación de la Federación y las alianzas que habíamos establecido con otros movimientos sociales, organizaciones feministas, coordinadoras de VIH, sindicatos, universidades e incluso grupos vecinales. Y cómo todo ello había desembocado en la ley de matrimonio igualitario en la católica España, que había dejado boquiabierto a todo el mundo”.
Fernández destaca que los lazos históricos con sus homólogos latinoamericanos les animaron a “apoyar y acompañar la extensión de este derecho al otro lado del Atlántico”. De esta manera, Zerolo “les insistió en la importancia de sumar, de que la unión hace la fuerza y de que la diversidad del movimiento lo que hace siempre es enriquecerlo. Ciertamente, tuvo una intervención soberbia, cargada de emociones y apelando siempre a que, si en España había sido posible, en Argentina también lo sería. Para ello, a su juicio, el primer paso era fundamental: crear una federación de carácter nacional, como habíamos hecho en España”, señala.
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Ante las reticencias de los activistas argentinos por la complejidad de la integración (”hasta entonces habían funcionado de manera independiente”), Zerolo les trasladó la necesidad de “sumar y aprender a trabajar de forma coordinada”. “¿Creéis que para nosotros fue fácil? No, no es un proyecto sencillo —les dijo—, pero miradnos: merece la pena porque las utopías de hoy son los derechos de mañana, para conquistarlos hay que quererlo y creérselo y, además, hacerlo sumando todos los esfuerzos”.
Según narra el autor, tras ese discurso, “algo se iluminó en el rostro de los activistas argentinos. Pedro tenía ese don, no solo para convencer, sino también para inspirar, para motivar y empoderar. Si nosotros habíamos podido, Argentina también podría. Más tarde o más temprano, pero lo conseguirían. Tan solo había que organizarse, unir esfuerzos y diseñar una estrategia”.
Un monolito para recordar a Zerolo en Rosario
Como ejemplo de la influencia de Zerolo, el autor subraya el impacto de su discurso en buena parte de los asistentes: “Cómo les hacía reflexionar para sumar sus luchas y abandonar las rencillas y las peleas locales que nada ayudaban a un movimiento de liberación como el nuestro”. A partir de ahí, empezó la “estrecha amistad” que se prolongaría durante muchos años y hasta la actualidad con Esteban Paulón, Maria Rachid o Lohana Berkins, que fallecería años más tarde.
Meses después, la creación de la Federación Argentina de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transexuales, Travestis (FALGBTTA) fue una realidad. ”En visitas posteriores fuimos invitados a participar en su Orgullo nacional, que se celebraba en el mes de noviembre en Buenos Aires, donde Zerolo se dirigió a los miles de personas congregadas junto al Parlamento. Allí sentenció su discurso con una frase que fue respondida con una clamorosa ovación: ‘¡Argentina tiene que ser el primer país de América Latina que apruebe el matrimonio entre personas del mismo sexo!’”.
En este contexto, Miquel A. Fernández García recalca que el concepto “matrimonio igualitario”es una idea de los activistas argentinos de la FALGBTTA, acuñado durante su campaña en favor de este derecho y que “ha sido incorporado como definición en todo el mundo”. “Sus esfuerzos no fueron en vano y dieron resultado en muy poco tiempo: en 2010, Argentina se convirtió en el primer país de América Latina en aprobar una ley de matrimonio igualitario y el décimo del mundo en hacerlo. Aquella utopía de ayer ya era una realidad”, añade el autor.
El desempeño motivó también el “agradecimiento de los argentinos” hacia Pedro Zerolo, quien cuenta en este país, en la ciudad de Rosario, con “el único reconocimiento en un espacio público a su memoria y legado fuera de España: un monolito en el Paseo de la Diversidad de la capital santafesina, que recuerda su apoyo fundamental a la causa de los derechos LGTBI+ en Argentina y al matrimonio igualitario. La ciudad donde se creó la bandera argentina, tierra natal del Che y de Messi, rinde un sincero homenaje a Zerolo en su querida América Latina”, zanja el amigo del activista.