![Barei. (Aldara ZN/Europa Press)](https://www.infobae.com/resizer/v2/M2OB7AK6MVG7TCAC5IOANYQEXA.jpg?auth=72e011cbbb79d1f05522468a9cce94c863a3cdb5ee40a143e89731894c031f17&smart=true&width=350&height=197&quality=85)
Corría el año 2016 cuando Barei vivió su momento de máxima popularidad gracias a Eurovisión, pues fue la encargada de representar a España con la canción Say Yay!, un tema en inglés que no logró las expectativas de las casas de apuestas, que la situaban en quinta posición, muy lejos del lugar que logró finalmente, el puesto 22.
Tras una temporada centrada en escribir para otros artistas y cantar en inglés, la madrileña vuelve por todo lo alto con Trece, un disco que la sitúa de nuevo en el punto de mira y, por tanto, de las críticas. Con la experiencia y la madurez que solo dan el paso del tiempo, la cantante vuelve al foco público en el que se podría decir que es su ‘renacer musical’ y también personal. Un nuevo empezar, en todos los sentidos, sobre el que Barei ha hablado con Infobae España.
-Pregunta: ¿Cómo es ese trabajo?
-Respuesta: Pues un trabajo muy íntimo y personal. Es como un recorrido por procesos vitales que he pasado, ha sido como pasar por olas… Como una ola que llega, te revuelca y tienes que navegar como puedas, tienes que dejar revolcar, sentir que te asfixias para luego salir a la superficie.
Ha sido la sensación de haber estado en un lugar difícil, denso, de dolor oscuro, y cómo poco a poco, a lo largo del disco se va viendo un poquito más de luz y empiezas a sentirte de otra manera. Empiezas a ver que puedes brillar, que no pasa nada, que muchas veces tenemos miedo a brillar por opacar a los demás, y creo que cuanto más brillamos, más luz damos. ¿O es al revés?
-P: El primer single es Ya no va conmigo, una canción que habla del autodescubrimiento y de salir de patrones viciosos, ¿es biográfica?
-R: Todas las canciones están basadas en historias concretas que me han sucedido a mí, en emociones por las que he pasado. Ya no va conmigo, habla de romper un poco ese patrón que solemos repetir y que nos lleva a lo mejor a lugares dañinos. Yo me he vinculado mucho desde el drama en mi vida y ya me he cansado. Ahora quiero vincularme desde otro lugar mucho más amable.
-P: ¿Has logrado romper los patrones de tu vida?
-R: No. Estoy en ello… Creo que me queda mucho todavía por romper. Es un trabajo que dura toda la vida porque vamos creando unos, rompiendo otros.
![El nuevo disco de Barei](https://www.infobae.com/resizer/v2/TE7FK2E5PJGNRNNMC3GIZOIK54.jpg?auth=7190eb7ed57284286ade9da1e5bdd71943ba1c05201f12d7da7354140bfe7b5b&smart=true&width=350&height=350&quality=85)
-P: De todas tus nuevas canciones, ¿con cuál te ves más identificada?
-R: Hay una que se llama Déjame bailar que me encanta porque habla del autoboicot y del síndrome del impostor y yo lo sufro, no he roto con él todavía. De hecho, vengo pensando mucho en eso y creo que debería dejarme en paz, ser buena conmigo. Y cada persona que la escuche, que se lo cante, que se lo tome como un mantra.
-P: Con este disco vuelves a exponerte a todo lo bueno y lo malo, ¿estás lista?
-R: Ahora estoy en un punto en el que no me aferro mucho a eso. De hecho, no hubiera vuelto a la música si no hubiera sido porque sentía que esto en concreto lo he soltado. Obviamente que me apetece acompañar a cuantas más personas mejor y que vaya bien, así que voy a abrazar si va bien y si no va bien, también. El propósito es que ojalá la gente se revuelque en esas olas y vea cosas.
Sé que al exponerme obviamente va a haber críticas. Va a haber gente a la que le guste y gente a la que no, gente a la que lo que esté diciendo le llegue y gente que diga que qué petarda. Sé que eso va a pasar, pero no estoy tan ahí, el foco está en otro lugar.
-P: El proyecto tiene como objetivo una gira. Dado que la familia es tu prioridad, ¿cómo harás para compaginarlo con la maternidad?
-R: Cuando eres artista independiente tienes esa libertad de organizarte. Yo decido si el concierto lo doy en este día u otro. Eso lo concilio bastante bien y creo que puedo hacerlo, además de que siempre les voy a dar prioridad a mis hijos. Entonces, si hay algún concierto que coincida con ellos, pues lo pospondré. No es como antes, no tengo la ansiedad de antes, esa ambición de cuando eres muy joven. Sí la ilusión, pero no la ambición. Es diferente.
-P: Tu regreso coincide en el tiempo con Benidorm Fest, ¿has seguido el concurso?
-R: Sí que he visto la final y me toca muy de cerca al final. Yo empecé en el Festival de Benidorm en 2001 y tengo muy buen recuerdo. Era la primera vez que canté en directo. Es una oportunidad muy buena para todos los artistas porque van a tener la posibilidad de presentar sus propuestas con esa producción, con algo muy parecido a lo que luego quieren llevar en la candidatura. Es un gran escaparate, aunque luego no vayas a Eurovisión.
![Barei, en Eurovisión 2016. (RTVE)](https://www.infobae.com/resizer/v2/WGHV3DZKANB67ATFBNFH2U6YJU.jpg?auth=8168f6dfcd755c641aeba0e43aa93b2c23d110d3af6113b7119cf17aa98714f6&smart=true&width=350&height=233&quality=85)
-P: ¿A ti te hubiera gustado tener una plataforma así de cara a tu paso por Eurovisión?
-R: Obviamente. Hay mucha gente que me dice que si no me da envidia y yo digo ‘no es envidia’. Me alegro por la gente que ahora sí tiene la posibilidad de presentarlo así. Es más el gusanito.
-P: ¿Has visto a Melody?
-R: Ella sí que es una diva como su canción dice. Se merece tanto, lo ha trabajado tanto. Es muy buena persona y, aunque me parece que todo el mundo se merece que le pasen cosas buenas, cuando eres tan buena persona, más. Entonces, es trabajadora, tiene carisma, canta increíble, baila y se come el escenario... ¡Es una diva en toda regla!
-P: Aunque no quedaste en la parte alta de la tabla, ¿dirías que tu paso por Eurovisión mereció la pena?
-R: Sin duda, a todos los niveles. No solo a nivel profesional, fue también una puerta muy grande a nivel personal. A mí me enseñó muchas cosas de mí que yo no sabía. Muchas limitaciones, muchas capacidades y cosas que pensaba que era incapaz de hacer, me di cuenta de que realmente sí podía hacerlas. También que tenía más fuerza de voluntad de la que pensaba y que podía ser más constante y más perseverante de lo que imaginaba.
-P: También tuvo una parte mala.
-R: Las críticas. Pensaba que, al tener 34 años y no 20, las iba a llevar ‘bien’, pero me afectaron mucho más de lo que pensaba. Para bien y para mal, porque al final aferrarte a un halago o una crítica destructiva es igual de peligroso porque no te puedes creer algo más de lo que eres ni te puedes creer una mierda que tampoco eres. Ni soy tan maravillosa ni soy tan horrible, eso no me define. Pero llegar a ese punto de ‘no me define lo que diga el resto’ cuando estás todo el día expuesto, es un trabajo que tardé mucho en ver. Es verdad que yo estoy muy agradecida, pero mucho, fue un viaje precioso a todos los niveles.
-P: ¿Cómo has evolucionado artísticamente desde entonces? ¿En qué te ves cambiada?
-R: Me veo cambiada en el apego al resultado. De hecho, creo que no hubiera vuelto a cantar mis canciones si no hubiera sentido que ya no tengo esa ansiedad. Los artistas tenemos mucho ego que viene de mucha inseguridad y de mucha necesidad de que nos quieran a través del aplauso, de la crítica positiva. Creo que ahora mismo el valor ya no me lo doy tanto, no es que todavía no me lo dé, pero no me lo doy tanto de fuera hacia dentro, sino que he aprendido a valorarme desde otro lugar.
-P: Has hecho un muy buen trabajo interior.
-R: Llevo mucho tiempo de terapia, he hecho muchas terapias diferentes. Ayuda mucho que te den herramientas y que alguien profesional que sabe de verdad ponga nombre a las cosas que te están pasando.
Tu mejor terapeuta eres tú. Al final nadie te conoce mejor que tú. Pero muchas veces la historia que nos contamos a nosotros mismos, por mucho que nos conozcamos, no es la real.
-P: Comentabas que te da un poquito como de ‘pereza’ volver al mundo de los focos, el maquillaje… ¿Estás trabajando en ello?
-R: Me cuesta mucho fluir en eso. Es verdad que lo intento porque quiero darle menos importancia y menos peso, pero yo estoy aquí contigo y estáis grabando y estoy pensando en el pelo, la pose… Me gustaría soltarlo. Es algo que me persigue en mi vida y no me gusta nada. No me gusta nada.