![Invierno en Finlandia. (Reuters)](https://www.infobae.com/resizer/v2/YXMGVXWOKC266JD5YEMTNOMQO4.jpg?auth=2ae08bc3fac7d84be6e9204e2a35b5c0560ad0cb2c287e16fc73e154e597e50f&smart=true&width=350&height=217&quality=85)
Los nombres propios, como las palabras en general, tienen su lugar y momento y fuera de ellos, cualquier cosa es posible. En el mejor de los casos, para dar lugar a divertidos malentendidos, como bien pueden venir ejemplos a la cabeza ya solo con hermanos hispanohablantes al otro lado del océano. Y también hay choques culturales, como más bien parece tratarse del caso que aquí ocupa, que es lo que llaman la atención algunos nombres españoles, y no nos referimos a ninguno particularmente extraño -al contrario-, en Finlandia.
Y es un país en el que los más comunes son Matti, Timo, Juha, Kari y Pekka. Para las mujeres, Maria, Sofia, Hilma, Johanna y Hilda. Cabe puntualizar que Finlandia tiene dos lenguas oficiales, finés y sueco, y por tanto algunos nombres pueden variar en popularidad según la comunidad lingüística. Además, existe una tendencia a combinar nombres tradicionales con otros más modernos, y muchos niños reciben hasta tres nombres.
En España, poca sorpresa: ganan María y Carmen en mujeres y en hombres, Antonio y Manuel, si bien los niños ya no se llaman así, sino (lo dice el INE, basándose en el registro de nacimientos los últimos años), Lucía, Sofía y Martina y Martín, Mateo y Hugo, por mencionar solo el ‘top3′.
Es la tiktoker finlandesa Sini (@sinimakeup en esta red social) la que ha compartido con sus seguidores esta curiosidad, la de nombres españoles que en el país nórdico son, cuando menos, curiosos. Ella va más allá, y asegura que uno de ellos está “prohibido”, pero no es así.
![Sini (@sinimakeup) explica diferencias culturales](https://www.infobae.com/resizer/v2/5TQEU6WWO5CKDFTOJY6L6IHSJ4.png?auth=cbcfbe646e58379d22696ef2d1b1c4ffd4b3f5bfb0bdd6b3c076b5657a9d5de7&smart=true&width=350&height=214&quality=85)
“¿Quién pone Dolores a su hija?"
“Hay nombres religiosos -comienza Sini- que en España es supercomún, pero en Finlandia no. Y voy a destacar en especial uno que en Finlandia está prohibido. El primer día que conocí a un Jesús digo: ‘¡Ay, Jesucristo, por fin te conozco!’, pensando que era una cámara oculta, que alguien me estaba tomando el pelo; no podía ser que estuviera conociendo a Jesús. Pero resulta que es un nombre real".
En España hay 262.532 hombres que se llaman Jesús, con una edad media: 50,9 años, y representan más de un 25% en provincias como Cuenca, Ciudad Real, Ávila o Lugo. Y especificamos que hombres porque también hay mujeres que se llaman Jesús, en total 103, con una edad media de 68,1 años. “Existe y hoy en día tengo el placer de conocer muchos Jesuses”, dice Sini, que conoce bien nuestro país.
“En segundo lugar -continúa-, tenemos un grupito de nombres curiosos como Encarnación, Asunción, Dolores, Piedad o Milagros. ¿Quién pone un nombre como Dolores a su hija? (...) Y en tercer lugar tenemos los nombres compuestos, que combinan un nombre masculino con uno femenino, o al revés. Es algo que me sorprendió un montón. Es confuso y resulta que es común: Jesús María, Juan María, María José. ¡Qué raro todo! Ahora ya sé que el primer nombre hace referencia al género".
![Calles de Helsinki.](https://www.infobae.com/resizer/v2/42L4C24LVVCTLGV5QK5JAZQYTY.jpg?auth=cb697c1aeed23247b524f8724148f85490acede39eed5757fecc2ae95889363d&smart=true&width=350&height=233&quality=85)
Nombres prohibidos
Lo cierto es que el nombre de Jesús no está prohibido en Finlandia. Sí que, como cada país, tiene una legislación que establece una serie de criterios culturales y lingüísticos que debe cumplir, tratando de evitar los que puedan resultar ofensivos o inapropiados. Podría tratarse de Jesús, pero explícitamente no está documentado ni se impide. Además, hay registros de personas en Finlandia con nombres derivados de Jesús, como Jesse, común allí.
En España, la ley establece límites para la inscripción de nombres propios en el Registro Civil. Según esta, no pueden registrarse nombres que puedan perjudicar objetivamente a la persona, que induzcan a error sobre el sexo, que incluyan más de un nombre compuesto o dos simples, que coincidan con apellidos si esto genera confusión, o que correspondan a personajes históricos o figuras de relevancia si su uso pudiera afectar a la persona que lo lleva.
A lo largo de los años, el Registro Civil ha rechazado nombres como Lobo, por considerarse un término asociado a un animal y no un nombre propio; Judas y Caín, debido a sus connotaciones bíblicas negativas; o Hitler y Stalin, por su vinculación con figuras históricas controvertidas. También se han denegado nombres como Mandarina o Fresa, ya que el uso de términos referidos a objetos o alimentos no se considera adecuado para la identificación de una persona. En cada caso, la decisión final recae en el Registro Civil, que evalúa la idoneidad del nombre conforme a la normativa vigente.