Un hombre encuentra un manuscrito de 130 años de antigüedad oculto en una botella al hacer obras en una casa: “Me di cuenta de que había algo dentro al tirarla a la basura”

El tono del mensaje, que combina religiosidad y camaradería, ha despertado el interés de los habitantes de la localidad del hallazgo

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Manuscrito. (Adobe Stock)
Manuscrito. (Adobe Stock)

Cuando se hacen obras o excavaciones de gran envergadura pueden encontrarse restos de vidas pasadas que habitaron el lugar en otra época. Bien sean objetos o yacimientos de sociedades anteriores, bajo tierra se esconden testimonios silenciosos de la historia. Desde herramientas y cerámicas hasta documentos y estructuras enterradas, estos hallazgos ofrecen pistas sobre las costumbres, creencias y modos de vida de quienes habitaron el lugar siglos atrás. Cada descubrimiento no solo enriquece el conocimiento arqueológico, sino que también conecta el presente con el pasado, revelando fragmentos de historias olvidadas que resurgen a la luz.

Sin embargo, este tipo de hallazgos también pueden tratarse de algo más pequeño; de un fragmento de vida de tan solo décadas atrás. Este es el caso del manuscrito de 130 años que fue hallado en Matour, una pequeña comuna de Saône-et-Loire, en Francia, durante la renovación de una antigua vivienda. El documento fue escrito por el comerciante de vinos Guillaume Mandelier el 15 de junio de 1894 y estaba cuidadosamente enrollado y guardado dentro de una botella que él mismo ocultó bajo el suelo de madera.

El descubrimiento fue hecho por el artesano Ludovic Mollier, quien estuvo a punto de desechar la botella sin percatarse de su contenido. “Al momento de tirarla, nos dimos cuenta de que había algo dentro”, declaró al canal de televisión francés France 3.

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Un mensaje entre generaciones

En su escrito, Mandelier dejaba constancia de su labor colocando el suelo de la vivienda y, además, dirigía un mensaje a quienes encontraran la botella: pedía que rezaran un De profundis -una oración tradicional católica por los difuntos- por su alma y “tomaran un trago” en su honor. Asimismo, también les deseaba “largos días, prosperidad y que su muerte llegue al final de un hermoso día”. El mensaje terminaba encomendando el alma de los trovadores a Dios.

El tono del mensaje, que combina religiosidad y camaradería, ha despertado el interés de los habitantes de Matour, quienes ven en el hallazgo un vínculo con su pasado. “Es una manera especial de hablar de nuestro pueblo”, comentó un vecino a Journal de Saône-et-Loire.

Un testimonio de la historia local

El manuscrito resalta el valor de las pequeñas historias en la memoria colectiva. La referencia a una oración católica refleja la religiosidad de la época, mientras que el deseo de prosperidad muestra un espíritu optimista.

Yacimiento de Peña Escrita y
Yacimiento de Peña Escrita y La Batanera, en Fuencaliente, Ciudad Real (Turismo Castilla y León).

Este tipo de hallazgos, aunque poco comunes, ofrecen una conexión directa con el pasado. Como destacó France 3, el mensaje de Mandelier es un recordatorio de cómo simples gestos pueden perdurar en el tiempo y mantener vivo el legado de una comunidad.

Más allá del valor histórico, estos descubrimientos generan un impacto emocional y social en las comunidades donde ocurren. La recuperación de un objeto o documento de otra época refuerza la identidad local y aviva el interés por la preservación del patrimonio. En muchos casos, lo encontrado da pie a estudios más profundos que permiten reinterpretar el pasado con una mirada renovada.

En un mundo en constante cambio, la tierra conserva memorias que desafían el olvido. Lo que hoy permanece oculto bajo el suelo puede, en cualquier momento, salir a la luz y cambiar la manera en que entendemos nuestra historia.

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