Qué es la blefaritis, la enfermedad ocular por la que aparecen costras en las pestañas

En muchos casos, la blefaritis puede tratarse llevando a cabo una minuciosa higiene de los párpados con agua y champú para bebés

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Una chica con dolor en
Una chica con dolor en un ojo (AdobeStock)

Dentro de las afecciones oculares más comunes se encuentra una que afecta al borde donde crecen las pestañas y suele afectar a los dos ojos. La blefaritis se produce cuando las pequeñas glándulas sebáceas cercanas a la base de las pestañas se bloquean, lo que causa irritación, enrojecimiento y molestias. Aunque no suele ser una afección grave, puede ser crónica y difícil de tratar, lo que puede empeorar la calidad de vida de quienes la padecen.

El Instituto Nacional del Ojo de Estados Unidos indica que existen dos tipos principales de blefaritis, la anterior y la posterior. La blefaritis anterior afecta la parte externa de los párpados, justo donde nacen las pestañas y suelen ser causadas por bacterias, caspa del cuero cabelludo o incluso alergias. Por otro lado, la blefaritis posterior ocurre en el borde interno del párpado, donde se encuentran las glándulas sebáceas. En este caso, la obstrucción de las glándulas es común en personas con afecciones cutáneas como la rosácea o la dermatitis seborreica.

Los síntomas de la blefaritis incluyen ojos rojos e hinchados, sensación de ardor o escozor, lagrimeo excesivo, sensibilidad a la luz y la presencia de costras en las pestañas al despertar. También es común que las lágrimas tengan una apariencia espumosa o burbujeante. En los casos más graves, puede provocar visión borrosa, pérdida de pestañas y crecimiento anormal de las mismas.

Las principales causas de la blefaritis están relacionadas con la proliferación excesiva de bacterias en los párpados, la obstrucción de las glándulas sebáceas o la presencia de ácaros microscópicos en las pestañas. Otros factores como la piel grasa, la caspa o ciertas afecciones cutáneas pueden aumentar el riesgo de desarrollar esta inflamación.

Cómo se trata la blefaritis

Desde la Clínica Mayo alertan de que si no se trata adecuadamente la blefaritis, esta puede derivar en complicaciones como orzuelos (bultos rojos y dolorosos en el párpado), chalazión (bultos indoloros debido a glándulas bloqueadas), síndrome del ojo seco o incluso daños en la córnea. En algunos casos, puede provocar inflamación crónica del ojo, haciendo que la parte blanca se vea constantemente enrojecida.

Un orzuelo (Imagen de archivo
Un orzuelo (Imagen de archivo de Infobae)

Para diagnosticar la blefaritis, el oftalmólogo realiza un examen físico detallado de los párpados y pestañas, utilizando una luz especial para observar la inflamación y descartar otras afecciones oculares.

El tratamiento más efectivo para la blefaritis consiste en mantener una higiene estricta de los párpados, según los profesionales de la Clínica Mayo. Para ello, se recomienda lavar los ojos con agua tibia y un limpiador suave, como un champú para bebés, para eliminar costras y evitar la obstrucción de las glándulas sebáceas. Este proceso debe realizarse diariamente con los siguientes pasos: lavarse bien las manos, humedecer un paño limpio en agua tibia, presionarlo suavemente sobre los párpados cerrados durante unos minutos y luego limpiar cuidadosamente la base de las pestañas.

En algunos casos, el médico puede recetar gotas oftálmicas con esteroides para reducir la inflamación o antibióticos si hay una infección bacteriana presente. También se recomienda el uso de lágrimas artificiales para aliviar la sequedad ocular.