![Un pastor australiano. (Infobae)](https://www.infobae.com/resizer/v2/54OFJ6L73ZAWTHWXRAVNQ4BYJ4.jpg?auth=9faf8d361fbbfe6ff3aba672e4b03e8ac2dada2879e553021a723c92ce318cc3&smart=true&width=350&height=197&quality=85)
Las historias en las que el protagonista supera grandes adversidades son realmente emotivas. Un ejemplo de esto son la literatura o el cine, dónde los personajes que afrontan grandes problemáticas obtienen un mayor apoyo del público.
Cuando esta historia de superación tiene lugar en la vida real, la empatía que genera es aún mayor. Como elemento adicional, si es protagonista es un animal, la conmoción es más grande.
Este es el caso de Rio, un perro pastor australiano de menos de dos años que ya ha tenido que sortear varias dificultades. Una de ellas fue la amputación de su pata delantera izquierda. El motivo fue una osteosarcoma, un cáncer de carácter óseo.
La pesadilla para el joven animal comenzó el pasado mes de octubre. “Tras un salto, lanzó un grito de dolor. A partir de ese momento comenzó una pesadilla” cuentan Francesco y Antonella, sus dueños, para el medio italiano La Stampa.
En un principio, los diagnóstico eran contrarios. Unos indicaban desgarro, otros fractura y alguno incluso aventuraba que se trataba de un tirón. Pese al paso de los meses y los diversos tratamientos a los que era sometido, el estado de salud de Rio no mejoraba y los dolores eran continuos.
El diagnóstico más duro
El tiempo pasaba y la incógnita de Francesco y Antonella continuaba creciendo. Sin embargo, el doctor Milo Bozzerla fue capaz de diagnosticar lo que le ocurría al canino. La evaluación era clara: osteosarcoma. Sin embargo, la amputación fue inevitable.
La cirugía tuvo lugar el 8 de enero en Roma y fue un éxito total. Pese a solo afectar al húmero, se extirpó también la escápula como método de prevención.
Esta afección es muy dolorosa y provoca una cojera severa, por lo que, pese a tener que intervenir quirúrgicamente, era lo más beneficioso para su salud.
Una solución ejemplar
Rio se quedó sin una pata, pero la voluntad de sus dueños era que volviese a andar y recuperase, en la medida de lo posible, la movilidad. La dificultad era grande, sin embargo, acudieron a un taller de ortopedia (María Adelaide) de Turín para evaluar la posibilidad de una prótesis.
Allí, los especialistas concluyeron en que era viable la opción de una prótesis. Esta le permitió recuperar la movilidad, recuperando parte de esa normalidad perdida.
Para la creación de esta pierna biónica, los especialistas emplearon un escáner para hacerla a medida. Una vez ideado el molde, una impresora 3D se encargó de traer a la realidad la prótesis.
![Imagen de recurso impresora 3D.](https://www.infobae.com/resizer/v2/T27FA26MNZGGHDPJAMKODC3W4I.png?auth=781d62b955daede164e11b41a3c55286660f7d7368ab73357ee582668504ee63&smart=true&width=350&height=214&quality=85)
“Empezó a correr sin aliento por todos lados”
Esta metodología es la que se usa para las recreaciones en los seres humanos. Cada vez muestran una mayor fiabilidad y un mayor porcentaje de acierto. El éxito en animales también está mejorando considerablemente, siendo este un gran avance para los veterinarios.
“El perro se sintió inmediatamente a gusto con la prótesis y empezó a correr sin aliento por todos lados” afirmó el doctor Roberto Ariagno, encargado de supervisar el proceso de Rio.