Cada país tiene sus propias diferencias que lo hacen distinto del resto: ya sea en cuanto a costumbres, gastronomía, normas sociales o servicios, adaptarse a un nuevo entorno requiere aprender todas estas cuestiones. Son muchos los extranjeros que al asentarse en España encuentran en nuestro país cosas que les sorprenden y que, a través de las redes sociales, comparten con el resto del mundo.
Rachel Anne, una joven estadounidense que reside en Madrid, publica frecuentemente en Instagram y TikTok (@raquelannee) contenidos en los que comenta cómo es su proceso de adaptación en España, cuáles son las cosas que más le gustan y qué tradiciones y costumbres va aprendiendo. Rachel aprovechó un viaje en AVE de Madrid a Zaragoza para compartir con sus seguidores cuáles son las diferencias entre los trenes españoles y los estadounidenses, demostrando la pasión que poco a poco está sintiendo por nuestro país.
La primera cuestión que la estadounidense destaca es la gran velocidad a la que circulan los trenes de AVE. Este medio de transporte permite a los viajeros reducir el tiempo que tardan en llegar a sus destinos, en comparación al trayecto en coche. “El viaje desde Madrid a Zaragoza son tres horas y media en coche, pero una hora y cuarto en tren”. Por el contrario, Rachel ha destacado que viajar en tren en Estados Unidos supone a veces más tiempo: “Desde Nueva York a Virginia son 6 horas en coche, pero siete horas y media en tren. Esto es una de las grandes diferencias: nosotros en Estados Unidos no tenemos trenes de alta velocidad”.
Aunque el diseño de los vagones es distinto en cada país, la joven destaca que le gustan mucho ambos y que, sobre todo, cree que las sillas en ambos sitios “son muy cómodas”. A diferencia de lo que ocurre en España, en Estados Unidos “los asientos no están asignados”, permitiendo a los viajeros elegirlos ellos mismos.
Paisajes y cafetería
La geografía que atraviesan los trenes españoles permite observar desde las ventanas los campos cultivados, los montes y las pequeñas localidades que pueblan el territorio. Esto es algo que Rachel ha valorado positivamente, especialmente al poder disfrutar de la naturaleza de España: “viñedos, olivares, montañas y pueblitos pequeños”.
En el trayecto de Nueva York a Virginia, Rachel se encuentra con “ciudades industriales, barrios de los suburbios, lagos y árboles” muy cercanos a las vías del tren, lo que confiere un ambiente completamente distinto al viaje en tren. Son, sin duda, dos paisajes únicos.
En cuanto al servicio de cafetería, la joven estadounidense muestra el estilo tipo dinner de los trenes de su país. Sin embargo, señala que la comida no le gustó demasiado: “Me recomendaron la hamburguesa, pero venía en una bolsa y se calentaba en el microondas”. Por el contrario, Rachel pudo disfrutar de un buen desayuno con el billete premium de Renfe: “En España, las opciones son mucho más frescas y saludables. Estaba de lujo”.
Sin destacar cuál de los dos trayectos ha disfrutado más, la joven señala que ambos viajes le han encantado, especialmente porque le permiten vivir experiencias únicas y desconocidas para ella hasta entonces.