Luis Medina en su momento más bajo: un juicio, un título ‘fantasma’ y un motivo de inmensa alegría

El hijo pequeño de Naty Abascal se encuentra en el punto de mira como acusado en la ‘Operación mascarillas’, en la que se le solicita nueve años de cárcel

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Comienza el juicio del caso mascarillas con relatos sobre cómo llegó Luis Medina al Ayuntamiento de Madrid.

Luis Medina regresa al foco público y una vez más lo hace por un tema que no ayuda a su reputación. Este pasado martes 11 de febrero, el hijo de Naty Abascal ha acudido a los juzgados para declarar en la conocida como ‘Operación mascarillas’, en la que está imputado y cuya vista oral se extenderá hasta el próximo día 26 de febrero.

Con este nuevo paso, Luis está más cerca de conocer su destino en el que ya es uno de los asuntos más complicados a los que se ha tenido que enfrentar a lo largo de su vida. Ya no queda nada de su faceta más pública, pues en apenas unos años ha pasado de ser considerado uno de los personajes más atrayentes de la jet set a ser el protagonista de escándalos que salpican su ilustre apellido.

Por eso mismo es imposible no ver los paralelismos, salvando las distancias, con su padre. Si bien el asunto y la gravedad del tema no tiene nada que ver, es imposible no recordar al fallecido duque de Feria, que en los años noventa acaparaba titulares por las polémicas que protagonizaba. Ahora es su hijo pequeño el que se encuentra en el punto de mira.

Luis Medina en una imagen
Luis Medina en una imagen de archivo. (Antonio Gutiérrez / Europa Press)

En estos momentos, Luis Medina hace frente a las acusaciones de la Fiscalía Anticorrupción por una presunta estafa al Ayuntamiento de Madrid. Le imputa los cargos de estafa agravada, falsedad documental y blanqueo de capitales en una operación de compraventa de material sanitario que comenzó en la pandemia del covid-19, en marzo de 2020. Por esto, se pide para él una pena de nueve años de cárcel y una multa de cuatrocientos cincuenta mil euros.

Pero no es el único asunto que lleva su nombre y que también ha acaparado titulares en los últimos años. Se trata de su título nobiliario ‘fantasma’. En 2021, su hermano mayor, Rafael Medina, decidió cederle uno de los títulos que heredó de su padre, el de marqués de Villalba, un regalo que le hizo mucha ilusión y por el que, según declaró él mismo, estaba “encantado”.

Tras el pacto de los hermanos, solo hacía falta oficializarlo todo y que el cambio de titular apareciera en el BOE, primero esta cesión y después el título firmado por el rey Felipe VI. Sin embargo, cuatro años después, esto todavía no ha sucedido.

Luis Medina no solo no es titular del marquesado de Villalba en el Boletín Oficial del Estado, tampoco en la guía de títulos de la Diputación y Consejo de la Grandeza de España, tal y como ha podido comprobar Infobae. El motivo del no cambio de nombre sigue siendo un misterio, pues los Medina han optado por no dar muchas explicaciones. La única justificación, hasta la fecha, la desveló Vanitatis, que se puso en contacto con Rafael Medina, quien afirmó que “se trata de un malentendido” y no había que “fiarse” de lo publicado, ya que “el título continúa en su poder”.

La gran alegría de su vida

Luis Medina y su novia,
Luis Medina y su novia, Clara Caruana. (Europa Press Reportajes / Europa Press)

Pero no todo es negativo en la vida de Luis Medina y es que está acompañado en esta vorágine que está viviendo. Al mismo tiempo que su nombre comenzaba a estar ligado a la después conocida como ‘Operación mascarillas’ comenzó una relación con la que aún es su novia, Clara Caruana, su gran alegría en estos momentos bajos.

Discreto en lo personal, no fue hasta la boda de su prima Victoria de Hohenlohe, duquesa de Medinaceli, cuando la presentó de manera oficial. La chispa surgió gracias a sus mascotas y, tras comenzar una amistad, el tiempo hizo que esta fuera más allá hasta transformarse en amor. Los inicios no fueron fáciles, pues Clara no solo tenía novio en aquel momento, según Vanitatis, sino que además tenía planes de boda para el 4 de febrero de 2023.

Obviamente, la ceremonia nunca tuvo lugar. Clara rompió con su pareja y comenzó a salir con Luis Medina, con quien ha vivido algunos altibajos.

Caruano tiene tras de sí una amplia experiencia, pues tras graduarse como enfermera en la Universidad San Pablo-CEU comenzó a trabajar en diferentes hospitales. Sin embargo, tal y como desvela ella misma en su perfil de LinkedIn, en la actualidad está centrada en tareas de dirección y gestión de sistemas de salud y trabaja como coordinadora del Centro Integral de la Próstata de la Clínica de la Universidad de Navarra en Madrid.

Y, al igual que su novio, proviene de una familia con abolengo. Es hija de Pedro Caruana Velázquez y de María Isabel Hernández Amar, nieta del barón de San Petrillo y de la marquesa de Villamayor de Santiago.

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