¿Se puede usar el móvil si estás parado en un semáforo? Esto es lo que dice la DGT

El simple hecho de sujetar el teléfono con la mano mientras se está al volante puede implicar una multa de 200 euros y la pérdida de seis puntos en el carnet de conducir

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Fachada de la sede del
Fachada de la sede del Banco de España, en una fotografía de archivo. EFE/J.J. Guillén

El uso del teléfono móvil al volante es una de las principales causas de distracción en la conducción y está sancionado por la Dirección General de Tráfico (DGT). No obstante, una de las dudas más comunes entre los conductores es si es posible utilizar el móvil cuando el vehículo está detenido en un semáforo.

Según la Ley de Tráfico y Seguridad Vial, el uso del teléfono móvil al volante está prohibido, salvo que se utilice un sistema de manos libres que no requiera sujetar el dispositivo. La normativa establece que cualquier interacción con el teléfono mientras se conduce puede ser motivo de sanción.

De hecho, con la reforma de la ley en 2022, se endurecieron las sanciones. Ahora, el simple hecho de sujetar el teléfono con la mano mientras se está al volante puede implicar una multa de 200 euros y la pérdida de seis puntos en el carnet de conducir. Por otro lado, el uso del móvil mientras está colocado en un soporte homologado también puede ser sancionado, aunque en este caso la penalización es menor: 3 puntos menos en el carnet.

¿Y si el coche está parado en un semáforo?

A pesar de que el vehículo esté detenido en un semáforo en rojo o en un atasco, la DGT considera que el conductor sigue estando al mando del vehículo y, por lo tanto, no puede utilizar el móvil. La normativa especifica que la prohibición se aplica “durante la conducción”, lo que incluye cualquier situación en la que el vehículo no esté estacionado de forma segura.

Así gestiona Florentino Pérez (por 124 millones) túneles, semáforos, cámaras y algunos radares para regular el tráfico de Madrid.

La razón principal de esta restricción es que el uso del móvil puede reducir la atención del conductor y retrasar su reacción cuando el semáforo cambia a verde. Además, si un agente de tráfico detecta que un conductor está manipulando el teléfono en un semáforo, puede imponer la misma multa que si el vehículo estuviera en movimiento.

Alternativas seguras para utilizar el móvil en el coche

Para evitar sanciones, se pueden utilizar dispositivos de manos libres que no requieran interacción manual. Sin embargo, esta autorización no implica que sea completamente seguro o recomendable. La DGT subraya que cualquier interacción con el dispositivo, incluso mediante manos libres, puede generar distracciones que pongan en riesgo la seguridad vial. Por eso, si es necesario utilizar el teléfono, lo más recomendable es estacionar el vehículo en un lugar seguro antes de manipularlo.

Otra opción es activar las funciones de “modo coche” o “no molestar” en los dispositivos móviles, lo que evita distracciones y reduce la tentación de usar el teléfono mientras se conduce. Asimismo, es recomendable planificar la ruta con antelación para evitar tener que recurrir al móvil.

Menos capacidad de respuesta

La principal consecuencia de las distracciones y la velocidad en la conducción es el incremento de la distancia de detención. Es decir, cuanto mayor sea la velocidad o más pequeño el despiste, más espacio recorrerás antes de reducir la velocidad o detenerte por completo, lo que aumentará así el riesgo de accidente.

La DGT explica que, al marcar un número en el móvil mientras conduces a 100 km/h, tardarías aproximadamente 140 metros en levantar la vista y pisar el freno. A partir de ese momento, necesitarías otros 155 metros para detener el vehículo por completo. En total, la distancia necesaria para frenar sin distracción sería de apenas 28 metros.

Si recorres sin control unos 120 metros, equivalente a la longitud de un campo de fútbol, las consecuencias pueden ser aún más graves. En ese tramo, cualquier obstáculo, vehículo o peatón en la vía podría generar un accidente sin que tengas tiempo de reaccionar.

Cualquier distracción, incluso de décimas de segundo, puede ser suficiente para que no percibas un peligro, no frenes a tiempo o te salgas de la carretera. La DGT afirma que dejar de prestar atención al volante, aunque sea brevemente, compromete tu seguridad y la de los demás.

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