El conflicto judicial entre Iker Casillas y el excolaborador de Telecinco, José Antonio Avilés, ha alcanzado su fin con la resolución de la Audiencia Provincial de Madrid. La demanda, que giraba en torno a unas supuestas afirmaciones sobre una relación entre el exfutbolista del Real Madrid y la cantante cordobesa Sara Dénez, respaldadas por presuntos audios comprometidos, ha sido finalmente desestimada al considerar que no ha ocurrido un delito tras los hechos.
En un primer momento, el Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción número 3 de Pozuelo de Alarcón dictaminó que Avilés y Cuarzo Producciones, la productora del programa Viva la vida, deberían indemnizar a Casillas con 30.000 euros por vulnerar su derecho al honor y a la intimidad. Sin embargo, la sentencia fue recurrida, y recientemente la Audiencia ha revocado esa decisión, eximiendo tanto a Avilés como al programa de responsabilidad civil.
Según la nueva resolución, revelada por la revista Semana y fechada el 3 de febrero de 2025, la mayor parte de los hechos alegados en la demanda “quedaron absolutamente desmentidos a lo largo del procedimiento”. De manera relevante, el tribunal destaca que la autenticidad de los audios cuestionados fue finalmente acreditada, desmontando la base de la demanda presentada por Casillas.
El origen de este litigio se remonta a junio de 2021, cuando Casillas interpuso una demanda por intromisión en su derecho al honor e intimidad tras las declaraciones de Avilés sobre una posible relación sentimental con Sara Dénez. En su escrito, el exportero solicitó una indemnización de 30.000 euros y no descartó emprender acciones penales debido al “dudoso proceder ético y profesional” del colaborador.
La defensa de Casillas argumentó que Avilés habría inventado la historia para obtener notoriedad y lucro, acusando también a la productora Cuarzo de permitir la emisión de informaciones falsas sin verificación adecuada. La demanda insistía en que los audios mencionados no existían y que ni Casillas ni Dénez habían facilitado tales contenidos.
El procedimiento judicial también puso en duda la profesionalidad de José Antonio Avilés, a quien la parte demandante describió como un “oportunista sin titulación periodística” cuyo “único objetivo era obtener fama a cualquier precio”. La abogada de Casillas subrayó que la trayectoria de Avilés estaba marcada por afirmaciones ficticias y noticias no verificadas.
Sin embargo, la defensa de Avilés siempre mantuvo que las informaciones divulgadas en Viva la Vida se habían basado en contenidos reales y no constituían una intromisión ilegítima en la vida privada del exfutbolista. Ahora, la sentencia de la Audiencia Provincial ha dado la razón a esta postura, estableciendo que no existió vulneración del derecho al honor ni a la intimidad de Casillas.
El motivo de su divorcio con Sara Carbonero
El caso también revela la tensión existente entre figuras públicas y medios de comunicación en torno a la difusión de informaciones sobre su vida privada. La demanda de Casillas subrayaba que la cobertura mediática sobre su supuesta relación con Sara Dénez había causado un daño significativo a su reputación, especialmente tras su separación de Sara Carbonero.
De hecho, en el programa de marzo de 2021 que motivó la demanda, los colaboradores de Viva la Vida mantuvieron que los audios mencionados podrían estar relacionados con el final de la relación entre Casillas y Carbonero. No obstante, esos audios nunca fueron emitidos, lo que generó dudas sobre su existencia y autenticidad.