Ana Toro, la concursante de ‘Gran Hermano’ que acabó arruinada y en una casa de acogida

La original de Granada tuvo que cambiar de vida completamente tras su salida de la casa de Guadalix de la Sierra

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Ana Toro de 'Gran Hermano
Ana Toro de 'Gran Hermano 10' (MEDIASET).

Ana Toro, una de las concursantes más controvertidas de la décima edición de Gran Hermano, quedó grabada en la memoria colectiva por su fuerte personalidad y su peculiar forma de vestir. Su paso por la casa de Guadalix de la Sierra estuvo marcado por momentos de tensión y polémica, lo que la convirtió en una figura relevante junto a compañeros como Chiqui, Iván Madrazo y Liz Emiliano. Sin embargo, a pesar de la fama obtenida en el reality, la vida de Ana Toro tomó un rumbo inesperado, lleno de dificultades económicas y personales.

En 2013, cuatro años después de su salida del programa, Ana Toro sorprendió al público al reaparecer en el programa Sábado Deluxe, donde reveló el drama que estaba atravesando. La granadina, que había trabajado como publicista en Madrid antes de su ingreso a Gran Hermano, confesó que se encontraba completamente arruinada y que había tenido que recurrir a una casa de acogida junto a su hija de seis meses.

“El error más grande de mi vida fue comprarme una casa”, afirmó con tristeza durante la entrevista. Ana explicó que había invertido todos sus ahorros en una vivienda que no lograba vender ni alquilar, lo que la dejó sin recursos para subsistir. La situación se tornó tan crítica que llegó a vender sus muebles y dependía de la ayuda de vecinos y amigos para obtener alimentos y ropa para su pequeña de seis meses, la cual había nacido de una efímera relación con un hombre noruego.

A pesar de las adversidades, Ana contó con el apoyo incondicional de Mercedes Milá, presentadora histórica de Gran Hermano, quien no dudó en respaldarla públicamente. Este respaldo fue fundamental para la exconcursante, quien confesó sentirse extremadamente sola y sin una red familiar fuerte: “Quiero que mi hija tenga familia y no tiene”, lamentó.

Pero los problemas económicos no fueron el único obstáculo que enfrentó Ana Toro. Durante la entrevista también reveló que había superado una grave crisis de salud tras la extirpación de un tumor en el cuello. La lucha contra esta enfermedad se sumó a sus dificultades financieras, poniendo a prueba su fortaleza.

Ana Toro en 'Gran Hermano
Ana Toro en 'Gran Hermano 10' (MEDIASET ESPAÑA).

Su paso por Guadalix de la Sierra

Ana Toro había ingresado a la casa de Gran Hermano en 2008, causando revuelo incluso antes de su entrada debido a una fotografía suya con la bandera de España que circuló ampliamente por redes sociales. “Me la he puesto siempre (la bandera) que he ido a un país y ha coincidido con el 12 de octubre hasta a bajo cero, porque soy muy patriota“, explicó en su momento. Su estancia en el reality fue breve, pero intensa, marcada por conflictos y expulsiones disciplinarias. Su fuerte carácter y declaraciones provocadoras generaron opiniones divididas entre el público.

Tras salir del programa, Ana intentó retomar su vida profesional, pero la fama televisiva le cerró muchas puertas. Decidió mudarse a Torrevieja (Alicante) en busca de nuevas oportunidades, pero las dificultades para encontrar empleo persistieron allí también. En una entrevista en la famosa revista Interviú, expresó su frustración y señaló que su participación en el programa de Telecinco había tenido consecuencias negativas tanto en su vida profesional como personal.

"Gran Hermano me ha arruinado la vida. Yo era publicista y creativa, de familia bien, con dinero, con piso en una de las mejores calles de Madrid. Ahora no me hablo con mi familia, me han tachado de loca y me han querido convertir en una friki. Me he venido a vivir a Torrevieja y aquí estoy muerta de asco. Profesionalmente, el programa te arruina la vida y ya no te contrata nadie“, explicó en la ya desaparecida revista.

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