Una cajera de un supermercado no cobra a un amigo y los acusan de robar 400 euros: “Tengo dificultades económicas”

Las facturas demostraron que las compras le salían gratis gracias a un trabajo conjunto con una de las cajeras

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ARCHIVO - Clientes miran paquetes
ARCHIVO - Clientes miran paquetes de pasta en un supermercado en Milán, Italia, 8 de junio de 2023. Los italianos pueden festejar la baja de precios de la pasta, pero deben pagar más por verduras y frutas. (AP Foto/Luca Bruno, File)

Los robos en supermercados son cada vez más frecuentes debidos a la inflación, que va en línea con el aumento de la pobreza en tanto grandes como pequeñas ciudades. Y no sólo a través de las cajas automáticas, sino algunas veces los propios trabajadores están en el ajo y ayudan a amigos suyos.

Así sucedió en la ciudad italiana de Pésaro, una pequeña localidad costera muy cerca de San Marino, en la que un hombre de 58 años con “dificultades económicas” fue arrestado por robar comida de un supermercado en varias ocasiones.

En concreto, se le atribuye el delito de hurto agravado y una de las cajeras ya ha sido por ser su cómplice por las diversas ocasiones en las que ponían en práctica su técnica.

Las investigaciones comenzaron cuando los responsables del establecimiento notaron operaciones inusuales en la caja registradora, con reiteradas cancelaciones de compras y reversiones de pagos.

Estas irregularidades siempre coincidían con la presencia del mismo cliente, lo que levantó sospechas sobre la posible complicidad de la empleada de caja.

Cuentas de 180 euros que pasaban a ser gratis

El plan fue descubierto cuando el hombre realizó una compra de aproximadamente 180 euros, pero al pasar por caja, el importe final del recibo fue de cero euros. Esto se logró mediante la eliminación de productos o la anulación de artículos individuales en el sistema.

EFE/EPA/CLAUDIO PERI/Archivo
EFE/EPA/CLAUDIO PERI/Archivo

El personal de seguridad del supermercado, que ya estaba en alerta, siguió al cliente y lo interceptó al salir del establecimiento con las dos bolsas de compras. Al solicitarle el recibo, confirmaron que la compra no había generado ningún pago.

Inmediatamente, se dio aviso a la policía italiana, quienes detuvieron al hombre en flagrante delito y procesaron la denuncia de la marca de supermercados a la cajera.

Las investigaciones posteriores revelaron que esta práctica fraudulenta no era un hecho aislado, sino que ya se había repetido en varias ocasiones, acumulando un monto total de entre 300 y 400 euros en productos sustraídos.

La audiencia y la decisión del juez

Ayer por la mañana, el hombre detenido compareció ante el tribunal de Pesaro en una audiencia de validación, que en Italia es una sesión judicial en la que un juez evalúa la legalidad y la necesidad de una medida cautelar.

Un empleado de Mercadona falsea el recuento de productos para cobrar un extra, lo descubren y la Justicia confirma el despido disciplinario.

Durante la sesión, admitió su responsabilidad y argumentó que atravesaba dificultades económicas.

La fiscalía solicitó la medida cautelar de obligación de firma, pero su abogado, Matteo Mattioli, rechazó la petición y solicitó tiempo para evaluar una posible suspensión del proceso a prueba o un acuerdo de conformidad.

Finalmente, el juez validó el arresto, pero dejó al acusado en libertad sin imponer medidas cautelares.

En España, por ejemplo robar por necesidad es un concepto recogido en el código penal. Bajo el nombre de hurto famélico (artículo 20.5), se produce cuando se sustraen alimentos o enseres básicos porque no se tiene otra opción y evitar así el desfallecimiento de una persona o su familia o para proteger la salud.

En estos casos, el autor puede quedar exento de responsabilidad penal siempre que se demuestre que el robo se fundamenta en un verdadero caso de precariedad o indigencia.

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