La mujer que gana miles de euros recogiendo jóvenes que van a la discoteca: “Lo hago para que no conduzcan borrachos y ofrezco bolsas para vomitar”

Esta conductora tiene un servicio de transporte nocturno que cobra 400 euros por viaje para llevar y traer a los que salen de fiesta a las ciudades cercanas a su pueblo

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La ciudad de Milán, por
La ciudad de Milán, por la noche. (Matteo Bazzi/EFE/EPA)

Biella ofrece experiencias inolvidables para todos los gustos, desde las laderas nevadas de Bielmonte hasta pueblos históricos, reservas naturales, santuarios encaramados a las rocas, castillos y delicias enogastronómicas”. Este texto de la página web turística de esta ciudad italiana situada en el Piamonte, a los pies de los Alpes, no comenta algo que Biella no tiene: fiesta nocturna.

Por ello, los jóvenes de la zona se van los fines de semana a otros lugares cercanos y no tan cercanos, como Turín o Milán, que se encuentra a más de 100 kilómetros. Y esto se ha convertido en un problema para la seguridad vial, con un aumento en los accidentes causados y sufridos por conductores borrachos o adormilados.

Como siempre ocurre, donde hay un problema, muchos ven una oportunidad. Es el caso de Beatrice Ramella Pezza, una conductora de Biella que, como los superhéroes, lleva una doble vida: durante el día trabaja como guía turística, pero por la noche, sobre todo los fines de semana, ofrece un servicio de transporte nocturno para llevar y traer a los jóvenes que se van de fiesta a otras ciudades. “Incluso los adultos comienzan a solicitar servicios para salir por la noche a cenar sin correr riesgos. Pero son sobre todo los jóvenes, impulsados por un gran sentido de responsabilidad, quienes me contactan. Se trata de un servicio de transporte compartido que permite dividir los costes y viajar con seguridad”, explica en una entrevista con el medio local Il Mattino. “Mi furgoneta tiene capacidad para ocho personas y los costes pueden dividirse fácilmente”, añade.

Con ello, ofrece un servicio que ella considera necesario para evitar accidentes... y se saca un buen dinero. “Llevo a casa a los chicos después de la discoteca, así no conducen borrachos. Un viaje puede costar hasta 400 euros, pero ofrezco mantas y bolsas para el vómito”, cuenta en la entrevista. “Me pregunto de dónde sacan el dinero. Probablemente, gracias a abuelos generosos”.

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“Duermo por la tarde”

No es un trabajo sencillo, porque le obliga a mantenerse despierta casi toda la noche. “Duermo por la tarde, no bebo nada en la cena y descanso en mi furgoneta con coberturas adecuadas. He desarrollado una técnica de descanso rápido, incluso 20 minutos, para recuperar energías. También llevo una bolsa de agua caliente eléctrica, un termo con té y mantas para los chicos cuando salen de la discoteca. Son pequeños detalles en los que no se suele pensar, pero que son necesarios para ofrecer un servicio confiable. Salir de noche, después de cenar, con niebla, es un sacrificio, pero lo hago con pasión”, asegura.

Por supuesto, en esta actividad ha visto de todo, y anécdotas no le faltan. “Una vez, un joven fue expulsado de una discoteca tras pelearse con los guardias de seguridad. Estaba borracho, salió corriendo y se metió en los campos helados de Novara. Tuve que buscarlo con una linterna”, cuenta a Il Mattino.

Pero todo merece la pena, afirma Beatrice Ramella Pezza, porque de esta forma está contribuyendo a evitar problemas en la carretera. “En diciembre de 2023, un cliente mío de 20 años murió en un accidente cuando regresaba de una noche en Milán porque el amigo que conducía se quedó dormido. Fue devastador para mí. Este es un trabajo de gran responsabilidad, no se puede improvisar. La profesionalidad y la seriedad son fundamentales”, finaliza.

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