La semana en Vox comenzaba con optimismo, pero se les ha ido torciendo un poco. “Hoy es una gran semana. Gran semana para los patriotas”, publicaba en su cuenta de X Jose Antonio Fúster, portavoz del partido. Pero ese mismo día, el líder de la formación en Castilla y León, Juan García Gallardo, anunció su dimisión y dejó en evidencia la crisis interna del partido. Y no va a ser la única crisis que los de Santiago Abascal tengan que enfrentar: todavía tienen que aclarar a sus votantes si se puede ser patriota y apoyar los aranceles con los que Donald Trump quiere castigar a España y la Unión Europea (y al mundo en general). O si está a favor de que tanto Trump como el presidente argentino, Javier Milei, hayan tomado la decisión de no formar parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Muchas dudas son las que hay que aclarar y se espera que este sábado dé algunas respuestas sobre su posición en la conocida como la cumbre de los Patriotas.
Van a estar presentes líderes europeos de extrema derecha de una docena de países. Los protagonistas serán Viktor Orbán, primer ministro de Hungría y fundador del grupo Patriotas por Europa, la francesa Marine Le Pen, el italiano Matteo Salvini, el holandés Geert Wilders y el anfitrión, el español Santiago Abascal. Y aunque no esté físicamente, sí que estará presente la sombra de Trump y del poderoso Elon Musk, quien a través de X ha animado a los europeos a unirse a “MEGA”, el lema que se le ha puesto a este evento: Make Europe Great Again (Haz Europa Grande de nuevo).
La cumbre comenzó este viernes en un encuentro privado, pero el plato fuerte del programa llega este sábado. El objetivo es trazar una estrategia para Patriotas por Europa, que en las pasadas elecciones europeas consiguió colocarse como la tercera fuerza política en el Parlamento. Pero no va a ser fácil: el contexto internacional está marcado por las continuas amenazas de Donald Trump de imposiciones de aranceles, además de la situación en Gaza y la expulsión de migrantes, entre otros temas.
Centrémonos en los aranceles. Lo primero es entender qué son: se trata de un impuesto a las importaciones que grava con un porcentaje la entrada de productos y el dinero que se recauda lo ingresa el Estado que impone el arancel y en el que entra el producto. Los primeros países que sufrieron las consecuencias fueron México y Canadá, que tras largas negociaciones han logrado retrasar un mes esta imposición. China, el gran enemigo de Trump, se ha plantado y ha entrado en la guerra lanzando una contraofensiva. ¿Y qué pasa con la Unión Europea? Pues mira con preocupación a ver qué ocurre. Se está preparando, por lo que pueda pasar, pero la apuesta es negociar para evitar la guerra comercial. Si no lo consigue, la respuesta “será firme”.
El sector primario sería el más perjudicado por los aranceles
Y en medio de una situación así, seguimos sin saber cuál es la postura de Vox. Abascal es un fiel admirador de Trump, pero surge una paradoja: ¿se puede ser patriota, querer defender a tu país y a la vez estar a favor de que Estados Unidos imponga aranceles que perjudiquen a los españoles? Esta es la respuesta que tiene que dar el líder de Vox. “Pondremos un arancel del 100% a los negocios que hace [España] con EEUU”. Esta fue la advertencia que hizo el líder republicado tras su investidura. No obstante, el mandatario confundió a España con un miembro de los BRICS, una organización multilateral que agrupa a diversas economías emergentes y que se ha constituido como un espacio internacional alternativo al G7. Los aranceles iban a ir destinados a este grupo.
En el caso de que lleguen a España también, los principales perjudicados estarían en el sector primario, el nicho de votantes de Vox. Entre los agricultores, forestales y pesqueros, hay un 21% de electores que se decanta por Vox, mientras que un 16% lo hace por el PP y un 14% por el PSOE, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de enero. Ante esta situación, el partido de ultraderecha prefiere no posicionarse en público y restar importancia a este evidente choque que se produce con la Administración Trump.
Al ser preguntada por esta cuestión, la portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Pepa Rodríguez de Millán, apuntó que “el peligro fundamental” para los agricultores y los ganaderos españoles son las políticas de la UE, que les fuerzan a “competir de manera desleal con otros países que traen sus productos sin ningún tipo de control de calidad, producidos con manos de obra esclava, no se ajustan a las medidas que aquí se exigen y no pueden competir en condiciones de igualdad”.
Rodríguez alabó a Trump y quiso restar importancia a los aranceles asegurando que “no son el peligro”. “Estados Unidos ahora tiene un presidente que mira por los intereses de su pueblo y que los protege”, defendió, eludiendo responder a cómo se posicionarían si España fuera uno de los países castigados por Estados Unidos. No perdió la ocasión de atacar a Pedro Sánchez, incluso de culparle de esta imposición estadounidense: “Nosotros también tenemos que proteger nuestro producto y tenemos un Gobierno que hace que España no sea respetada en el mundo, y estas (los aranceles) son lamentablemente las consecuencias”, zanjó.
No va a ser éste un tema fácil para Vox y para no perder votantes. Su apoyo acérrimo a Trump es una baza que le puede hacer conseguir votantes del PP, por lo que centrará la reunión de este sábado en consolidarse como una alternativa frente a conservadores y socialistas y combatir lo que considera una “política de puertas abiertas a la inmigración masiva” en Europa.
A la reunión asistirán también el portugués André Ventura, el polaco Krzysztof Bosak, el checo Petr Macinka, la griega Afroditi Latinopoulou y el estonio Martín Helme. La organización estima que la cumbre reunirá a unas 2.000 personas. Tendrá lugar en un hotel a las afueras de Madrid.