La indignación de los pasajeros de un tren que se saltó una parada porque iba con retraso: 48 personas no pudieron bajar donde querían

La empresa ferroviaria francesa asegura haber solucionado bien el problema y declara que se ofreció una solución a los pasajeros afectados

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Tren rápido en la estación
Tren rápido en la estación francesa de Montparnasse, París. (Gonzalo Fuentes/Reuters)

Un incidente inusual marcó el trayecto de un tren de alta velocidad TGV, empresa de trenes de SNCF (Compañía ferroviaria nacional francesa), que cubría la ruta entre Metz y Montpellier el pasado martes 4 de febrero. El tren, que tenía su parada programada en la estación de Metz a las 5:41 horas, acumulaba un retraso de 40 minutos en su salida. El motivo, unas obras en la carretera.

Ruta alternativa, sin parada

En la estación de Besancon, donde el tren llevaba un retraso de 33 minutos, a los pasajeros se les comunicó que el tren no pararía en Dijon (este de Francia), según ha informado el diario francés France 3. La operadora SNCF tomó esta decisión con el objetivo de recuperar el tiempo y minimizar el impacto del retraso al resto de pasajeros.

El tren modificó su ruta diaria y fue conducido por una vía más rápida. Sin embargo, esta decisión dejó a 48 pasajeros sin poder descender en su destino previsto aquella mañana, lo que generó una profunda indignación entre los afectados.

La frustración entre los viajeros era evidente, incluso uno “estaba tan enfadado que estaba listo para usar el freno de emergencia”, según declaran algunos testigos. Finalmente, el tren se detuvo en la estación de Chalon, donde los 48 pasajeros que no pudieron bajarse en su parada cogieron un tren directo a Dijon.

A pesar de las críticas, la SNCF defendió su gestión de la situación. La empresa consideró que su decisión permitió cumplir con el objetivo de que el tren llegara a Montpellier a la hora prevista, y que los 200 pasajeros que continuaban hacia ese destino no sufrieran más retrasos. Además, también destacaron que se ofreció una solución para los pasajeros perjudicados. “Sí, pero con más de dos horas de retraso”, explicó uno de los afectados.

¿Es una práctica habitual?

La puntualidad de los servicios de transporte público (autobuses, trenes…) es de suma importancia para que los ciudadanos lleguen a tiempo a sus compromisos, como el trabajo, reuniones u otras conexiones del viaje, como coger un avión. No obstante, muchas veces resulta imposible averiguar cuando un tren podrá sufrir una avería o las condiciones climatológicas harán que estos servicios sufran retrasos.

“No tengo las cifras, pero es más bien algo puntual, era realmente para que el tren llegara a tiempo a Montpellier”, exponía un trabajador de la compañía ferroviaria. Pero esta respuesta suscitó la curiosidad de uno de los afectados, quien se preguntó si el tren debía llegar a tiempo para algún cliente en particular. En este caso, la empresa no proporcionó ninguna respuesta.

A los afectados ya solo les queda recurrir a la plataforma de compensación “G30″ de la SNCF. “Creo que es lo que hay que hacer”, confirmó el empleado. En este sentido, la compañía contempla dos posibilidades de abonar los retrasos, mediante un vale de compra (cuando el tren supere los 30 minutos de retraso) o mediante un vale o reembolso del precio del billete a la transferencia bancaria deseada (cuando el tren llega entre una hora y tres de retraso).