El caso de la mujer que provocó un incendio en el quirófano porque se le escapó una flatulencia mientras la operaban

La paciente, que logró sobrevivir al incendio, sufrió quemaduras graves en las piernas y la cintura

Guardar
Sala de quirófano (AdobeStock)
Sala de quirófano (AdobeStock)

Una flatulencia en público, algo que podría haber quedado en una divertida (y bochornosa) anécdota, se convirtió en una pesadilla. Ocurrió el 15 de abril de 2016 en el Hospital Universitario Médico de Tokio, en el distrito de Shinjuku. Una mujer se tiró un pedo mientras se encontraba en una cirugía de cuello uterino, con la mala suerte de que el láser prendió el gas.

La desafortunada flatulencia resultó en un incendio en el quirófano que le quemó gravemente las piernas y la cintura, aunque logró sobrevivir, según informó el medio japonés Asahi Shimbun. Ante tan insólita situación, el Hospital creó un comité para abrir una investigación en torno a los hechos.

Los profesionales decretaron que no había materiales inflamables en la sala de quirófano y que todos los equipos funcionaban correctamente en el momento de la operación, según The Telegraph. Así, el informe recogido por el medio ABC News concluyó que el causante del fuego fue un gas de la mujer: “Cuando el gas intestinal del paciente se filtró al espacio de la sala de operaciones, se encendió con la irradiación del láser y la quemadura se extendió, llegando finalmente al campo quirúrgico y provocando el incendio”.

La técnica desarrollada en el Hospital del Mar de Barcelona da la opción de ser madres a las mujeres con tumores en la zona pélvica (Hospital del Mar)

Por qué es malo para la salud aguantarse los gases

El caso de esta japonesa es realmente anecdótico y no debería darnos una idea equivocada, pues es necesario para nuestro bienestar expulsarlos. Los gases son un fenómeno natural del proceso digestivo humano y se producen principalmente por la fermentación de alimentos en el intestino por parte de las bacterias que residen allí y por el aire que tragamos mientras comemos, bebemos o hablamos. Aunque son normales y frecuentes, retener los gases puede ser incómodo e incluso perjudicial para la salud, explican desde la Clínica Mayo.

Cuando no expulsamos los gases, estos pueden acumularse en el tracto gastrointestinal, causando distensión abdominal, dolor y malestar. Este malestar puede ser tanto físico como social, ya que el cuerpo intenta liberarse de los gases a través de eructos o flatulencias. Si se suprime este proceso natural, los gases pueden acumularse y causar molestias más intensas.

Según la Clínica Mayo, a nivel fisiológico, aguantar los gases puede provocar una mayor presión en el abdomen y en el sistema digestivo en general, que a su vez puede llevar a síntomas como dolor abdominal, calambres e incluso dolores de cabeza debido a la incomodidad física. Además, la acumulación prolongada de gases puede contribuir a problemas más serios como la distensión abdominal crónica o la irritación del revestimiento del intestino.

Además, retener los gases también puede llevar a un aumento de la presión dentro del intestino, lo cual podría potencialmente dañar el tejido intestinal sensible o causar una inflamación temporal. En personas con condiciones gastrointestinales preexistentes, como el síndrome del intestino irritable o la enfermedad inflamatoria intestinal, retener los gases puede exacerbar los síntomas y provocar brotes.

En términos de higiene intestinal, permitir que los gases se liberen de manera natural ayuda a mantener un equilibrio saludable en el tracto digestivo. La acumulación de gases puede interferir con este equilibrio, alterando la microbiota intestinal y potencialmente contribuyendo a problemas de digestión a largo plazo.

Guardar