El Ayuntamiento de Barcelona y la entidad social Hàbitat3 comprarán la Casa Orsola: “Ningún inquilino tendrá que marcharse”

La compra colaborativa se ha llevado a cabo por 9,2 millones de euros. Desde que se anunció el desahucio de un vecino, este edificio se ha convertido en símbolo de la lucha de los inquilinos contra la especulación en el ámbito de la vivienda

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Residentes y un sindicato de
Residentes y un sindicato de inquilinos participan en una protesta para impedir el desalojo de un edificio llamado Casa Orsola. (REUTERS/Nacho Doce)

El Ayuntamiento de Barcelona y la entidad del Tercer Sector Hàbitat3 han llegado a un acuerdo para comprar, a través de una fórmula social colaborativa, la Casa Orsola de la capital catalana, convertida en símbolo de la lucha de los inquilinos contra la especulación en el ámbito de la vivienda.

“Se trata de una alianza del sector público con el sector tercero social para paliar una problemática que se había cronificado”, ha explicado el alcalde de la ciudad, Jaume Collboni, en una rueda de prensa junto a la presidenta de Hàbitat3, Carme Trilla. El regidor socialista ha detallado que todos los pisos que hasta ahora pertenecían a un fondo buitre pasarán a ser gestionados en criterio de vivienda sostenible y vivienda social, y será la entidad sin ánimo de lucro la encargada de su protección. “Ningún inquilino tendrá que marcharse de casa Orsola”, ha asegurado.

Una operación “inédita” de 9,2 millones de euros

Collboni ha afirmado que la operación de compra ha sido efectuada por un valor de 9,2 millones de euros. Un precio que, según el alcalde, es un 30% inferior al del mercado de vivienda que actualmente hay en esa zona. “La propiedad se ha ofrecido a vendernos la finca a través de un proceso de mediación que ha hecho el síndic de Greiges de Barcelona. “Hasta ahora no había pisos libres. Ahora, en el corto plazo, pondremos a disposición nueva vivienda de precio asequible”, ha celebrado.

Unas 500 personas acuden a los actos vecinales para evitar el desalojo de la Casa Orsola.

Preguntado acerca de si se planea esta fórmula en otros pisos propiedad de fondos buitre, el socialista ha afirmado que “en función del caso actuaremos, o preventivamente, o cuando haya una opción de compra”.

No obstante, Collboni ha subrayado que, a pesar de que el Ayuntamiento disponga de un presupuesto amplio en materia de vivienda, los recursos públicos “son limitados”. “Lo que sí necesitamos es cambiar las reglas del juego a nivel estructural. Más y mejor regulación”, ha defendido el alcalde, que ha reivindicado las medidas ya implantadas por su gobierno como el fin de las licencias de pisos turísticos en 2029, o la puesta en práctica del tope a los precios del alquiler en zonas tensionadas para frenar la escalada de precios en Barcelona. Por ahora, la capital catalana es la única entre las grandes ciudades en activar este mecanismo.

“Cuando los vecinos hacen ruido, se puede ganar”

Poco después de conocerse esta decisión, la ministra de Vivienda Isabel Rodríguez ha querido pronunciarse en un mensaje en redes: “Celebro la decisión del alcalde @jaumecollboni de adquirir la Casa Orsola, resultado de las movilizaciones sociales, la mediación, el diálogo y el compromiso político. ¡Ha ganado el derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad!“, ha afirmado.

Por su parte, la portavoz del Sindicato de Inquilinos, Carme Arcarazo, ha calificado de “victoria” el acuerdo alcanzado este viernes. En declaraciones a TV3, Arcarazo ha señalado que este caso “demuestra que cuando los vecinos hacen ruido y se plantan, se puede ganar”. Más allá, ha aprovechado para criticar que “el PSC del president de la Generalitat, Salvador Illa, quiere acabar desde hace tiempo con la obligatoria reserva del 30 % en la obra nueva” en Barcelona.

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