
El examen de la ITV (Inspección Técnica de Vehículos) es una revisión obligatoria que verifica si un vehículo cumple con los requisitos de seguridad y emisiones contaminantes establecidos por la normativa de tráfico vigente.
Primero se lleva a cabo una revisión documental y después la inspección del exterior del coche (carrocería, puertas, retrovisores, limpiaparabrisas...). Después el de revisar el sistema de alumbrado, el interior del coche y las emisiones de gases, tocará afrontar uno de los momentos más temidos: la revisión en el foso.
¿Pero qué es exactamente ese habitáculo en el que ‘sufrimos’ para meter el coche? Se trata de un espacio situado en el suelo de las estaciones de ITV que permite a los técnicos examinar la parte inferior de los vehículos sin necesidad de elevarlos con un elevador hidráulico. Esta estructura facilita la detección de defectos mecánicos, fugas y otros problemas que podrían comprometer la seguridad del conductor y de los demás usuarios de la vía.
¿Para qué sirve el foso de la ITV?
Durante la revisión, los inspectores verifican varios elementos clave como el estado del chasis y la estructura, es decir, si hay signos de corrosión, golpes o soldaduras que puedan comprometer la resistencia del vehículo.
También otros elementos como el sistema de escape, la suspensión y amortiguadores o el sistema de frenos para detectar posibles fugas o desgastes anormales.
El Foso por dentro
El mecánico conocido en TikTok como @la_itv enseña en una publicación en su cuenta cómo es el foso por dentro: “Muchos me lo habéis pedido”, asegura. En su estación, explica, disponen de tres líneas de inspección. “Tenemos tres fosos y los tres son iguales. Luego tenemos un pasillo central que lo conecta a todos. A cada uno de ellos se accede por una sola escalera”, afirma.

El mecánico explica que en la superficie hay cuatro placas, dos traseras y dos placas delanteras, donde irán las ruedas del coche para llevar a cabo un examen de las partes ya mencionadas. Detalla que las placas realizan un movimiento longitudinal y transversal y están movidas por pistones hidráulicos, los cuales le darán la potencia al motor
Justo debajo está alojado el comprobador de remolque y el dispositivo para que el técnico pueda comunicarse con el cliente, o lo que es lo mismo, “para que haga los movimientos del volante y de freno”.

Las placas se mueven con un mando, que al mismo tiempo es una linterna, “Vamos pulsando los botones y se van moviendo las placas. ”Se mueven al unísono las delanteras. ¿Y si vamos a las traseras? Se mueven también a la misma vez, pero con movimiento opuesto", detalla el mecánico, que matiza que “cuando uno va para adelante, otra va para para atrás”.
Cada cuánto hay que pasar la ITV
La frecuencia con la que se debe renovar la ITV varía según el tipo de vehículo y su antigüedad. En términos generales, en España, la normativa establece que los vehículos particulares (turismos) deben pasarla cada dos años si el vehículo tiene entre cuatro y diez años. A partir de entonces deberá pasarla cada año. Los vehículos por debajo de cuatro años están exentos de pasarla.
En el caso de las motocicletas y ciclomotores estarán exentas las motos hasta los tres años de antigüedad y, a partir de entonces, cada dos años.