Por qué el veneno de las avispas puede ser un potente antibiótico, según la ciencia

Una proteína presente en el veneno de estos insectos es capaz de matar bacterias multirresistentes

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Una avispa (AdobeStock)
Una avispa (AdobeStock)

Por lo general, no consideramos a las avispas como animales especialmente “simpáticos”. El zumbido de su vuelo y la amenaza de una posible picadura inminente hace que muchas personas tengan una verdadera fobia hacia estos insectos. En torno a unas 5.000 especies de avispas hay registradas en todo el mundo.

Pese a lo irritantes que pueden ser, las avispas podrían convertirse en las salvadoras de millones de vida. Una investigación liderada por el biotecnólogo español César de la Fuente está desarrollando un antibiótico a raíz del veneno de las avispas. En los ensayos clínicos, el medicamento ha demostrado una eficacia del 80% en ratones a los que se les inoculó una infección letal.

El veneno utilizado para este antibiótico sintético pertenece a la avispa asiática Vespula lewisii, que contiene una proteína que no suele ser tóxica para las personas porque entra en pequeñas dosis, a no ser que ocurra una reacción alérgica a la picadura, que entonces sí puede ser mortal. En dosis más altas sí supone una sustancia tóxica, pues es capaz de destruir los glóbulos rojos.

Al mismo tiempo que puede acabar con los glóbulos rojos, también puede matar a ciertas bacterias multirresistentes. Antes de convertirse en antibiótico seguro para los humanos, de la Fuente y su equipo reprogramaron las moléculas del veneno para que no fuera tóxico para las personas. De esta manera, el veneno de la avispa atacaría las bacterias extrañas sin tocar las células del cuerpo humano.

Los experimentos que se han llevado a cabo en roedores mostraron que, tras suministrarles la proteína del veneno de la avispa asiático, pudieron sobrevivir a ciertas bacterias que podrían haber sido letales, como la Escherichia coli (E. coli).

La E. coli es una bacteria que forma parte de la microbiota normal del intestino humano y de otros animales, desempeñando un papel importante en la digestión y la producción de algunas vitaminas. Sin embargo, ciertas cepas pueden ser patógenas y causar infecciones graves, como diarrea, infecciones urinarias e incluso enfermedades más graves como el síndrome urémico hemolítico.

La bacteria se transmite principalmente a través del consumo de agua o alimentos contaminados, especialmente carne cruda o mal cocida, productos lácteos no pasteurizados y vegetales contaminados. Sus síntomas de una infección por E. coli varían según la cepa, pero pueden incluir dolor abdominal, fiebre, vómitos y diarrea con sangre. Para prevenir infecciones, es fundamental mantener buenas prácticas de higiene, como el lavado adecuado de manos, la cocción completa de los alimentos y la correcta manipulación de productos frescos.

La resistencia de las bacterias a los antibióticos mata más que los accidentes de tráfico en España.

Nuevos antibióticos en la era del ‘post-antibiótico’

Este descubrimiento abre el camino a nuevas vías para el desarrollo de fármacos a partir de venenos de animales, lo que es bastante importante teniendo en cuenta que la resistencia de las bacterias a los antibióticos mata más que los accidentes de tráfico en España. Es más, se cree que en 2050 serán la primera causa de muerte.

En 2023, más de 24.000 personas fallecieron en nuestro país a causa de bacterias multirresistentes, y 700.000 en todo el mundo, según los datos que ofrece la Organización Mundial de la Salud (OMS)

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