Estenosis esofágica: síntomas y tratamiento de esta enfermedad poco común caracterizada por un estrechamiento del esófago

El estrechamiento del esófago, una dolencia que puede ser benigna, maligna, o congénita y que puede llegar a requerir una intervención quirúrgica

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La estenosis esofágica provoca dificultades
La estenosis esofágica provoca dificultades para tragar (Imagen Ilustrativa Infobae)

La estenosis esofágica es una dolencia caracterizada por el estrechamiento del esófago, comúnmente conocida como estrechez esofágica. Suele provocar disfagia (dificultades para tragar), entre otras complicaciones, y existen tres tipos: la benigna, que suele ser resultado de una inflamación o tejido cicatricial provocado por reflujo gastroesofágico o por el uso prolongado de ciertos medicamentos, pero no es cancerosa y puede ser controlada con intervención médica; la maligna, síntoma de cáncer de esófago, generalmente acompañada de otros síntomas como fatiga o una pérdida de peso; y la congénita, que es muy poco frecuente y se presenta al nacer, generalmente debido a anomalías del desarrollo, y que suele requerir una intervención quirúrgica.

Causas y síntomas de la estenosis esofágica

Según Medicover Hospitals, las causas que suelen provocar esta dolencia pueden clasificarse de forma generalizada en factores intrínsecos y extrínsecos, los primeros referidos a afecciones o enfermedades generadas en el propio esófago, y los segundos a invasiones de estructuras circundantes o presión externa.

Los factores intrínsecos que pueden desembocar en estenosis esofágica son: la enfermedad por reflujo gastroesofágico, que provoca inflamación y cicatrización en el esófago debido al reflujo ácido crónico; la terapia de radiación en las regiones torácicas; o la ingestión de sustancias químicas corrosivas.

Los extrínsecos, por su parte, incluyen los tumores en el mediastino (el compartimento central de la cavidad torácica), que pueden ejercer presión sobre el esófago; o un agrandamiento de los ganglios linfáticos o tiroides, que también puede comprimir el esófago.

De acuerdo con el diccionario médico de Top Doctors, la estenosis también puede ser provocada por el uso prolongado de un tubo nasogástrico (que se inserta a través de la nariz hacia el estómago), por lesiones causadas por un endoscopio (un instrumento delgado con forma de tubo para observar los tejidos del interior del cuerpo), o por el tratamiento de varices en el esófago.

Una mujer en una consulta
Una mujer en una consulta médica (Freepik)

Según la gravedad y la ubicación del estrechamiento, la estenosis esofágica puede provocar una variedad de síntomas. Los más habituales son la disfagia (dificultad para tragar), que puede variar desde una leve molestia hasta una obstrucción grave; la odinofagia (que supone que el trayecto de la comida desde la boca al estómago provoque dolor), a menudo presente junto a la disfagia; regurgitación de los alimentos, a veces acompañada de vómitos; dolor en el pecho o acidez estomacal; y habitualmente como consecuencia de alguno o varios de los anteriores, también una pérdida de peso significativa.

Tratamientos posibles contra la estenosis esofágica

Por suerte, existen varias maneras de tratar esta dolencia con el objetivo de aliviar los síntomas, prevenir complicaciones, y en ocasiones abordar la causa que la provoca, aunque las opciones y su efectividad dependen del tipo de estenosis y de su gravedad. La dilatación esofágica, por ejemplo, es un procedimiento no quirúrgico común que implica estirar la zona estrechada utilizando balones (pequeños globos que se inflan en la garganta) o dilatadores, y puede generar un alivio inmediato de los síntomas, reduciendo la dificultad para tragar.

También existe la posibilidad de consumir medicamentos, como los inhibidores de la bomba de protones (IBP) o los bloqueadores H2, que disminuyen la producción de ácidos gástricos, reduciendo a mínimos el daño adicional (en casos relacionados con la enfermedad por reflujo gastroesofágico).

Para casos más graves o aquellos en los que la dilatación no sea eficaz, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Los procedimientos más habituales son la esofaguectomía (en la que se extirpa una parte del esófago) o la colocación de un stent esofágico (un tubo que se coloca en el esófago para mantener abierta una zona bloqueada). De cualquier forma, para conseguir un alivio sintomático a largo plazo, lo más importante es abordar la causa subyacente de la estenosis.

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